La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, afirmó que su Gobierno continuará siendo un "socio confiable" en la Unión Europea y en la Alianza del Atlántico Norte (OTAN), y marcó como "prioridad" disponer medidas para atenuar el alza del precio de la energía y hacer una reforma constitucional en sentido presidencialista, al pedir el "voto de confianza" de diputados para ser ratificada en el cargo que asumió el sábado.
"Esta es una gran responsabilidad en momentos fundamentales de nuestra democracia", planteó Meloni al inicio de su discurso con el que busca el apoyo de la mitad más uno de los 400 diputados, antes de la ratificación que deberá tener este miércoles de la mayoría simple de los 200 senadores para terminar de ser confirmada en la Presidencia del Consejo de Ministros que asumió el sábado tras vencer en las elecciones de septiembre.
Meloni, primera mujer en la historia republicana en llegar al cargo, reconoció la "responsabilidad frente a todas las mujeres que tienen dificultades para que se vea su sacrificio cotidiano y a las que hicieron con su sacrificio la escalera para que yo hoy pueda subir y romper el pesado techo de cristal".
"Agradezco al pueblo italiano, único titular de la soberanía", agregó luego la líder soberanista, antes de recordar que su Ejecutivo es el primero en 14 años que llega a gobernar por el voto y no por acuerdos parlamentarios: "Este es un Gobierno político plenamente representativo de la voluntad popular".
"Estamos convencidos de que Italia necesita una reforma constitucional en sentido presidencial, respetuosa de la voluntad popular", agregó tras recordar que la duración media de los Ejecutivos en el país es de menos de 1 año y medio. "Buscaremos ir hacia un sistema de semi-presidencialismo como en el sistema francés: que quien gana pueda gobernar por cinco años", argumentó.
"Una reforma que garantice la estabilidad y restituya la centralidad a la soberanía popular, que permita a Italia pasar de una democracia de interlocución a una democracia decisiva", detalló.
"Queremos liberar las mejores energías de esta nación y garantizar a los italianos un futuro de mayor libertad, bienestar y seguridad"; planteó la líder del partido Hermanos de Italia, de extrema derecha, que gobernará en coalición con las derechistas Liga, de Matteo Salvini, y Fuerza Italia, de Silvio Berlusconi.
"Italia hará sentir fuerte su voz dentro de las instituciones europeas, no para sabotear sino para contribuir a enderezarlas a una relación más cercana a ciudadanos y empresas", profundizó luego.
"La Unión Europea para nosotros es la casa común de los pueblos europeos", ahondó para disipar dudas sobre la relación que tendrá su Gobierno dentro del bloque regional.
En ese marco, la dirigente de 45 años aseveró que "este Gobierno respetará las reglas en curso" en materia financiera dentro del bloque.
En el plano de la seguridad hemisférica, en el marco de la guerra en Ucrania, Meloni sostuvo que "la OTAN garantiza un cuadro de paz y seguridad, y es deber nuestro contribuir plenamente porque nos guste o no, la libertad tiene un costo".
"Italia seguirá siendo socio confiable de la alianza atlántica y apoyar al valiente pueblo ucraniano no solo porque no podemos aceptar la guerra de anexión sino también porque es la mejor manera de defender nuestro interés nacional", reforzó.
En un marco de alta inflación a partir de las subas en los precios del gas y de la luz, adelantó que tendrá como "prioridad frenar el aumento de la energía".
"Estamos en medio de una tempestad y nuestra embarcación sufrió algunos daños, pero los italianos nos dieron el encargo de llevarla a puerto", explicó.
Durante su mensaje de más de una hora, la premier dedicó además un mensaje implícito a las advertencias del Gobierno francés sobre un posible monitoreo a las acciones que tome Italia en el plano de los derechos sociales como el aborto.
"Quien dice que quiere vigilar a Italia desde el exterior le falta el respeto al pueblo italiano, que no tiene lecciones que tomar", advirtió en un discurso en el que también hizo hincapié en la necesidad de "sostener y tutelar" la natalidad, diversificar la matriz energética y apostar por el "trabajo como fuente de dignidad", con una aplaudida cita del papa Francisco.
Además, remarcó que tendrá "desprecio e inflexibilidad" con las mafias del país, que prohibirá la "inmigración ilegal" y que promoverá medidas para facilitar el acceso de las mujeres al mercado laboral.
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