El nuevo primer ministro británico, Rishi Sunak, advirtió que deberá tomar “decisiones difíciles” para corregir los “errores” cometidos bajo el breve mandato de Liz Truss, que fue obligada a renunciar tras unos efímeros 44 días tras la tormenta financiera provocada por su política económica ultraliberal.
“Pondré la estabilidad y la confianza económicas en el centro del programa de este gobierno. Eso significa que habrá que tomar decisiones difíciles”, afirmó el líder de 42 años en su primer discurso frente a la puerta del número 10 de Downing Street.
Este multimillonario exbanquero de 42 años, nieto de inmigrantes indios, llega al poder en un momento complicado. Enfrenta una crisis económica y social agravada por los planes ultraliberales de Truss en tiempos de alta inflación, la fractura del Partido Conservador que no deja de profundizarse desde el Brexit y la necesidad de convencer de su legitimidad como jefe de gobierno.
Truss cometió “algunos errores”, reconoció Sunak en su primer discurso. “He sido elegido como líder de mi partido y su primer ministro en parte para solucionarlos y ese trabajo comienza inmediatamente”, aseguró.
Sunak prometió devolver “la estabilidad y la confianza económicas”, pero advirtió que para ello “habrá que tomar decisiones difíciles”, haciendo temer inminentes recortes presupuestarios y subidas de impuestos.
Su llegada al poder pareció tranquilizar a unos mercados convulsos desde hace semanas: la libra se disparó un 1,9% frente al dólar.
Sunak fue elegido nuevo líder del gobernante Partido Conservador por su propio grupo parlamentario. Un día después, el rey Carlos III le invitó a formar un ejecutivo. Se convierte así en el primer jefe de gobierno británico surgido de una minoría étnica y el más joven en más de 200 años.
Entre las numerosas felicitaciones de líderes internacionales, el presidente estadounidense Joe Biden celebró su nombramiento como “pionero” y “excepcional”.
Antes de renunciar oficialmente al cargo, Liz Truss le deseó a su sucesor “todo el éxito por el bien del país”.
Uno de los primeros nombrados por Sunak en su nuevo ejecutivo, Jeremy Hunt conservó el ministerio de Finanzas que le confió Truss hace 11 días buscando tranquilizar a los mercados.
También James Cleverly y Ben Wallace fueron mantenidos en Exteriores y Defensa respectivamente. Y la ultraconservadora Suella Braverman, con posiciones muy duras sobre la inmigración, volvió al ministerio del Interior del que había dimitido menos de una semana antes.
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