El presidente electo de Chile, Gabriel Boric, cumple 36 años exactamente un mes antes de asumir el cargo, momento a partir del cual deberá tener la capacidad de gobernar un país con una economía dilatada por la crisis social y sanitaria, con baja representación en el Congreso, enfrentar los conflictos internos en el sur del país y los problemas en el norte por la crisis migratoria.
Boric tendrá como principal preocupación consolidar bloques políticos que respalden su proyecto, así como hacer viables sus propuestas económicas, evaluó ante una consulta de Télam Marcelo Mella Polanco, politólogo de la Universidad de Santiago de Chile.
Pese a ganar con claridad en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de diciembre último, Boric tiene enfrente una brecha entre esa popularidad individual y el respaldo a nivel de coalición parlamentaria (Apruebo Dignidad), por lo que deberá "consolidar un bloque político a nivel parlamentario que le dé viabilidad desde el punto de vista legislativo a su Gobierno", explicó el catedráti
"Apruebo Dignidad es una coalición que tiene una condición claramente de bloque político minoritario, y por lo tanto significa un desafío hacer crecer ese 24% (de presencia parlamentaria), sumando los apoyos de la centroizquierda", abundó.
"Esta condición de asimetría plantea un desafío político de la mayor importancia para dar mayor viabilidad legislativa a su Gobierno. La capacidad de respuesta, el éxito o fracaso que tenga el Gobierno de Boric, depende de cómo resuelve este puzzle", analizó el politólogo.
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