La elección presidencial iraquí, que debía tener lugar este 7 de febrero, fue aplazada debido al boicot de la sesión electoral por parte de los parlamentarios. En Irak, mínimo dos tercios del Parlamento tienen que estar presentes para elegir al nuevo presidente, pero solo 58 de los 329 diputados estaban en el hemiciclo este lunes. Se desconoce la fecha del aplazamiento de la votación, que no se podrá celebrar sin acuerdo político entre los bloques.
El Consejo de Representantes (Cámara Baja del poder legislativo en Irak) estaban ocupados en Bagdad, día en que los parlamentarios debían elegir al nuevo presidente. La elección tuvo que ser aplazada al no alcanzarse los dos tercios de participación requeridos y la sesión parlamentaria se transformó en debates de rutina.
Los principales partidos decidieron boicotear la votación en respuesta a la suspensión de la candidatura de uno de los aspirantes y a la incapacidad de varios partidos en ponerse de acuerdo sobre el candidato a presentar.
Suspenden a uno de los favoritos por alegatos de corrupción
De los 25 candidatos de este año, Hoshyar Zebari, del Partido Democrático del Kurdistán (PDK), y el actual presidente Barham Saleh, del partido rival, la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), eran los favoritos. Pero el domingo, el Tribunal Supremo Federal suspendió la candidatura de Zebari por acusaciones de corrupción administrativa y financiera durante su puesto de ministro de finanzas en 2016. El candidato está suspendido hasta que se resuelva el caso.