Rusia destruyó un gran depósito de armas en el oeste ucraniano, una región que hasta el momento se mantenía al margen de las agresiones. Por su parte, la situación en el este se pone "extremadamente difícil", dijo el gobernador de Lugansk. En otros temas, en suelo ruso se inauguró un sustituto de la cadena gastronómica estadounidense McDonalds y Rusia corta las vías de suministro de la planta de Azot, en Severodonetsk.
El conflicto armado en el este de Europa continúa, con Severodonetsk como escenario principal de los enfrentamientos. En ese sentido, el gobernador de la provincia de Lugansk detalló el duro momento en el que está la localidad.
Sin embargo, una de las noticias más importantes que transcurrieron este domingo es el ataque de Moscú hacia el oeste de Ucrania, una zona ‘segura’ hasta hoy. El ataque hacia un depósito de armamento arrojó un saldo de 22 heridos.
Entre tanto, combatientes atrincherados en la planta química de Azot, en Severodonetsk, persisten en negociar la salida de civiles mientras las tropas invasoras cortan los caminos de suministro, en un contexto parecido al que sucedió en Mariúpol, con la metalúrgica Azovstal.
El momento de Severodonetsk es "extremadamente difícil"
De esa manera calificó el gobernador ucraniano de la región, Sergei Gaidai, a la situación que vive el último bastión de Lugansk que no está bajo el control ruso.
El funcionario aseguró que los agresores apuntan a "sellar completamente la ciudad" y cortar los caminos para evitar el refuerzo de soldados, suministros y municiones para la resistencia local.
Gaidai detalló que el 70% de la ciudad ya está en manos rusas y que estos apuntan a apoderarse de la plantación química de Azot. “Queremos limpiar el área de combatientes sin causar un desastre ambiental”, afirmó el líder separatista prorruso Leonid Passetchnik.
Si cae Severodonetsk, el camino quedará allanado para que Rusia se dirija a Kramatorsk y dé un paso vital en su meta de dominar el Donbass.
Tropas prorrusas buscar aislar la fábrica de Azot
El Ejército ucraniano continúa su resistencia en la planta química con la intención de impedir que caiga completamente Severodonetsk. En una situación con similitudes a la que tuvo lugar en la metalúrgica de Azovstal en Mariúpol, los militares rusos buscan cortar las vías de abastecimiento y de repliegue.
“Azot no está bloqueado, se está combatiendo en las calles de las cercanías de la planta”, expresó el jefe de la administración militar de Lugansk, Sergei Gaidai, contradiciendo la versión que indica que los prorrusos rodearon a los defensores en el complejo químico.
Los invasores derrumbaron uno de los puentes y destrozaron severamente otro, provocando que los combatientes locales no puedan ser abastecidos de tropas, de suministros ni tampoco retirarse.
En los últimos días estuvieron negociando para liberar a los civiles que se refugiaron en las instalaciones, pero hasta el momento no hubo acuerdo.
Rusia atacó el oeste ucraniano por primera vez
El Ministerio de Defensa ruso informó sobre una agresión a la localidad de Chortkiv, ubicada en el oeste de Ucrania, donde destruyó un “gran depósito de sistemas de misiles antitanque, sistemas portátiles de defensa aérea y proyectiles proporcionados al régimen de Kiev por Estados Unidos y países europeos”.
Volodimir Trush, gobernador de la región, afirmó que el incidente fue ocasionado por cuatro misiles disparados desde el Mar Negro y destrozaron parcialmente una instalación militar en la ciudad ubicada a 140 kilómetros de la frontera con Rumania.
En tanto que también hubo daños en edificios residenciales cercanos y 22 personas resultaron heridas, en las que estaba incluido un niño de 12 años.
El oeste ucraniano era considerado una zona segura por la ausencia de ataques rusos y porque la potencia militar estuvo más ocupada en el este y el sur.