Israel manifestó  la importancia del refuerzo de su vínculo con Estados Unidos, solicitando su apoyo ante el próximo ataque que el Estado Judío perpetre en contra de Irán. En ese marco, el el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, se reunió con el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken. El pasado 1 de octubre, Irán lanzó un ataque con misiles sobre las cercanías de Jerusalén y Tel Aviv. En Israel resonaron las sirenas de alarma en varios puntos del país. Previamente, EEUU había advertido que se preparaba un "ataque inminente" contra suelo israelí.  De esta manera, Gallant emitió un comunicado donde aseguró: "La posición de Estados Unidos junto a Israel después de que ataquemos a Irán fortalecerá la disuasión regional y debilitará al eje del mal". En ese momento de principios de mes el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, había señalado que el bombardeo de misiles fue "solo un atisbo de nuestras capacidades", luego de que Israel asegurara que va a responder la agresión. "El ataque con misiles fue una respuesta decisiva a las agresiones del régimen sionista. (Benjamin) Netanyahu debe entender que Irán no es un país bélico, pero se mantendrá firme contra cualquier amenaza", había agregado a través de un comunicado.