Militares volvieron a patrullar la región de La Araucanía, en el sur de Chile, tras la orden que dio el presidente Gabriel Boric después del incremento de la violencia en la zona en medio de reivindicaciones de tierras de indígenas mapuches, constató el miércoles la AFP.
Las fuerzas militares ingresaron a la región de La Araucanía, a unos 600 km al sur de Santiago de Chile, la capital, a partir de la noche del martes y este miércoles eran visibles en varias rutas de esta zona, donde igualmente de madrugada se registraron ataques incendiarios.
La orden de volver a militarizar la región de La Araucanía y algunas localidades de la vecina región del Biobío, la dio el lunes el presidente Gabriel Boric, que debió dar un paso atrás a su intención inicial de no volver a recurrir a esta medida -instaurada por su antecesor, el conservador Sebastián Piñera- para resguardar el lugar.
Boric intentó sin éxito lograr la aprobación en el Congreso de un "Estado de Emergencia Intermedio", que le permitiera desplegar militares solo en algunos lugares.
Pero ante el notorio incremento de los hechos de violencia y el llamado al alzamiento armado por parte de un grupo radical, el mandatario chileno optó por usar nuevamente esta facultad presidencial, focalizando el control militar principalmente en la seguridad de las carreteras y los caminos rurales, resguardados por distintos vehículos militares, entre camiones y tanques.
Al anunciar la medida la noche del lunes, la ministra del Interior, Izkia Siches, afirmó que el Gobierno "decidió hacer uso de todas las herramientas del Estado para dar seguridad a nuestros ciudadanos y ciudadanas".
El despliegue de los militares coincide con un llamado de líderes indígenas a asistir a apoyar a quienes ellos consideran "presos políticos mapuches", internos en el Centro Penitenciario de Temuco, por distintos delitos, en su mayoría ataques incendiarios.
"La resistencia no es terrorismo. Libertad a los presos políticos mapuches", decía un enorme cartel desplegado en las afueras del lugar, que se encontraba sin resguardo policial y donde de momento no se registraban incidentes.
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