Para esos dos países escandinavos, que dicen temer un ataque de Rusia si deciden integrar la OTAN, la firma de un acuerdo formal de defensa con el Reino Unido sirve para enviar una clara señal a Moscú. Al mismo tiempo, llega en el momento adecuado para Londres, que, en el contexto del Brexit, quiere reforzar su papel en la defensa europea.
El Reino Unido se ha comprometido oficialmente a defender a Suecia y Finlandia en caso de agresión militar.
El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, se reunió sucesivamente con la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, y con el presidente finlandés, Sauli Niinisto, para firmar pactos de defensa y de seguridad.
Mientras Suecia y Finlandia se plantean dejar de lado su estatus de neutralidad y formalizar su solicitud de ingreso en la OTAN en los próximos días, Boris Johnson viajó a Estocolmo y Helsinki para asegurarles su protección militar.
El cambio de postura de Suecia y Finlandia y su voluntad de ingresar en la OTAN se produce tras la invasión rusa de Ucrania, el 24 de febrero. Pero preocupados por las reacciones de Moscú, ambos países acogieron la iniciativa británica como una garantía de seguridad.
Y es que antes de que esos dos países nórdicos -ambos pertenecientes a la Unión Europea- puedan formar parte de la Alianza Atlántica, habrá un periodo intermedio entre el momento en que se presente la solicitud y el momento en que los parlamentos de los 30 miembros de la OTAN la ratifiquen.
Ambas naciones dicen que podrían encontrarse en una posición difícil frente a Rusia durante este periodo intermedio, que podría durar hasta un año.
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