Una multitud se congregó en San Pablo convocada por Jair Bolsonaro, en una demostración de fuerza que busca apuntalar el liderazgo opositor del expresidente y rechazar las acusaciones de golpismo en su contra. En su discurso, Bolsonaro dijo que ningún mal es eterno y afirmó que “el abuso por parte de algunos trajo inseguridad para todos”. Además, denunció que existe una “persecución” en su contra. “Qué es golpe. Es tanque en las calles y armas, conspiración. Nada de eso fue hecho en Brasil”, indicó y pidió una amnistía para los detenidos y condenados acusados de la fallida tentativa de golpe. Miles de seguidores vestidos de verde y amarillo colmaron la emblemática Avenida Paulista. Sus partidarios dijeron que esperaban convocar a al menos 500.000 personas. Su esposa, Michelle Bolsonaro, lloró mientras pronunciaba un discurso marcadamente religioso, en una tarima en la que estaba acompañada por su esposo y otros dirigentes de la extrema derecha brasileña. Entre los asistentes, se reivindicó también la figura del presidente argentino. ”Estamos con Milei, por eso tengo la bandera de Brasil de Bolsonaro, la bandera de Israel y la imagen de un león. Está haciendo lo correcto cortando las cadenas del comunismo en Argentina”, dijo el jubilado Fabio Soares.
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