Dos años después de la invasión rusa, Ucrania está en una situación límite. Sin ayuda suficiente de sus aliados de la OTAN, las cansadas tropas ucranianas están sufriendo duras derrotas en el frente oriental. El curso de la guerra está a pocos pasos de dar un vuelco si Kiev no consigue destrabar el envío de armas y recursos por 60.000 millones de dólares prometido por la Casa Blanca, pero que está paralizado por el bloqueo republicano en el Congreso de Estados Unidos.
“El futuro de la guerra depende de si Ucrania recibe ayuda militar estadounidense este año y si puede movilizar y entrenar suficientes soldados para mantener el frente. Si Ucrania no logra resolver estos problemas, no podemos descartar el escenario de que las negociaciones comiencen en los términos de Rusia en el otoño” boreal, dijo el analista Oleg Ignatov, especialista en Rusia del Crisis Group.
El conflicto entró en un punto de inflexión. Este sábado se cumplen dos años de la invasión rusa, lanzada el 24 de febrero de 2022. En los últimos días, las tropas de Vladimir Putin lograron arrebatarle a Ucrania el bastión de Avdiivka, en el este del país, tras extensos meses de combates. Ahora, empujan en los frentes este y sudeste de la región separatista del Donetsk y redoblan sus esfuerzos en la sureña región de Zaporiyia. Allí, buscan retomar la ciudad de Robotine, liberada a mediados del año anterior por las fuerzas ucranianas.
Qué está pasando en el frente de guerra ucraniano
La guerra ya atravesó varios momentos clave. El primero fue en la primavera boreal de 2022 con el fracaso de la ofensiva rusa que preveía la toma de Kiev. El segundo fue en el verano de ese mismo año con la captura por parte de Moscú de la mayor parte del territorio de Luganks, una de las zonas, junto al Donetsk, en que se divide el Dombás, la región de mayoría rusa anexada por Moscú.
La contraofensiva ucraniana de agosto y septiembre de aquel año también marcó un hito en el conflicto, aunque su fracaso se hizo evidente en 2023. “Ahora Rusia se encuentra en medio de su ofensiva, que juzga exitosa. Esta avanzada se produce en un contexto de disminución del apoyo estadounidense a Ucrania, lo cual es crítico, así como bajo los crecientes problemas de Ucrania con la cantidad de soldados que ha entrenado para el combate”, dijo Ignatov.
En ese contexto, Ucrania se enfrenta al momento más difícil de la guerra. “La situación es extremadamente difícil en muchas partes del frente, donde las tropas rusas han concentrado el máximo de sus reservas. Están sacando ventaja del retraso de la ayuda a Ucrania”, dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Hoy, Kiev necesita artillería, defensa aérea y armas de largo alcance.
Rusia viene anunciando avances estratégicos en la margen oriental del río Dniéper, en el sur de Ucrania, que Kiev minimiza. Tras capturar la ciudad de Avdiivka, el Kremlin se atribuyó la toma de nuevos territorios. “Confirmo que (la localidad de) Krinki fue limpiada (de soldados ucranianos). De hecho, toda la margen oriental del Dniéper está bajo nuestro control”, dijo el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigú.
El propio Putin se mofó de que el ejército ucraniano puso en práctica “una fuga caótica”. El diario The New York Times escribió que entre 850 y 1000 soldados ucranianos fueron capturados o están desaparecidos
En las últimas semanas, los pedidos de ayuda del presidente Zelenski se multiplicaron. Las Fuerzas Armadas ucranianas sufren serias carencias en artillería. Pero también necesitan armamento de mayor alcance y más defensas aéreas para proteger a su primera línea de combate. Hoy Kiev depende de la ayuda de sus aliados de la OTAN.
Rusia “está aprovechando los retrasos en la ayuda a Ucrania”, dijo el mandatario.
Dinamarca anunció que donará “toda su artillería” y Suecia enviará ayudas por más de 600 millones de euros, carros de combate modelo 90, botes, munición para artillería, sistemas de defensa aérea, lanzagranadas, material sanitario y dinero para adquisiciones adicionales y programas de formación militar. Pero Ucrania depende de los Estados Unidos.
Todas sus esperanzas están fijadas hoy en el Capitolio. El presidente Joe Biden busca destrabar el envío de más de 60.000 millones de dólares en ayuda militar, paralizada ante el firme bloqueo legislativo republicano. La oposición norteamericana argumenta que Estados Unidos debería centrarse en sus propios problemas antes de enviar más dinero al extranjero. Es una forma de presionar a Biden para que se ocupe de la grave crisis migratoria en la frontera con México.
Pero el mayor temor de Zelenski es el eventual regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. “Tenemos que resolver esa guerra y yo la resolveré”, clamó el exmandatario estadounidense, que busca volver a la presidencia en las elecciones de fin de año.
El magnate republicano dejó en claro que no quiere enviar más ayuda al exterior y llegó a calificar a Zelenski como “el mayor vendedor de la historia”. El futuro de la guerra se juega hoy entre el Capitolio y la Casa Blanca.