Unas 200.000 personas salieron a la calle en Alemania, la mayoría de ellas en la capital, Berlín, en la cuarta semana de protestas contra el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD).
También hubo protestas en ciudades como Maguncia, Dresde y Hannover, en una señal de la creciente alarma por el fuerte apoyo público a la AfD.
Alrededor de 150.000 personas acudieron al edificio del Parlamento Reichstag en Berlín, donde los manifestantes se reunieron bajo el lema "Somos el cortafuegos" para protestar contra el extremismo de derechas y mostrar su apoyo a la democracia.
"Ya sea en Eisenach, Homburg o Berlín: en ciudades pequeñas y grandes de todo el país, muchos ciudadanos se unen para manifestarse contra el olvido, contra el odio y la incitación al odio", escribió en X el canciller Olaf Scholz.
Scholz dijo que las protestas eran "una fuerte señal a favor de la democracia y de nuestra Constitución".
El éxito de la AfD ha avivado la preocupación entre los principales partidos alemanes, que temen que pueda arrasar en tres elecciones estatales en el este de Alemania en septiembre, a pesar de que las últimas encuestas han mostrado un ligero descenso del apoyo.
Jakob Springfeld, que habla en nombre de la ONG Red Solidaria de Sajonia, se mostró sorprendido de que las manifestaciones masivas contra la ultraderecha hayan tardado tanto tiempo, dado que la AfD ya había tenido éxito en muchas comunidades más pequeñas.
"Pero ahora hay una sacudida. Y el hecho de que la sacudida esté llegando da esperanza, creo", sostuvo.
A principios de esta semana, un sondeo de Forsa mostró que el respaldo a la AfD caía por debajo del 20% por primera vez desde julio, y los votantes citaban las manifestaciones nacionales contra la extrema derecha como la cuestión más importante.
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