El presidente Gabriel Boric visita Valparaíso en medio de los incendios más mortíferos de los últimos años en el país austral. Bomberos acompañados de camiones y helicópteros luchaban por aplacar las llamas en diversas zonas de Valparaíso, hogar de casi un millón de habitantes.
"Se registran 40 personas fallecidas durante los incendios y seis adicionales en recintos hospitalarios producto de las quemaduras", dijo Boric en un mensaje a la nación.
"Quiero ser muy cuidadoso con esta cifra porque, dadas las condiciones de la tragedia, el número de víctimas de seguro aumentará durante las próximas horas", agregó.
El mandatario había decretado el estado de excepción por catástrofe en la víspera lo que le permite al Gobierno mover recursos con mayor velocidad y agilizar la entrega de ayudas.
Boric, de 37 años, dijo que la situación era "realmente muy difícil". Más temprano, la ministra del Interior, Carolina Tohá, aseguró que en el país había 92 incendios activos, 29 de ellos en combate y 40 ya controlados que dejaban más de 43.000 hectáreas afectadas.
Tohá, rodeada de otras autoridades, informó en rueda de prensa que entre el viernes y el sábado las hectáreas afectadas por los incendios pasaron de 30.000 a 43.000. Impulsados por una ola de calor récord, el año pasado los incendios dejaron unos 27 fallecidos y afectaron a más de 400.000 hectáreas.
"La superficie que está hoy día con incendios es mucho menor que la del año pasado (pero) en esta fecha se multiplica muy aceleradamente la cantidad de hectáreas afectadas", explicó.
Tohá dijo que la mayor preocupación de las autoridades era que algunos de los incendios activos se estaban desarrollando muy cerca a zonas urbanas "con la potencialidad muy alta de afectar personas, viviendas e instalaciones".
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