La República Democrática del Congo votó el jueves pasado en el segundo día de unas elecciones generales caóticas y en parte violentas, después de que las autoridades ampliaran el horario de apertura de los colegios electorales que no abrieron el día anterior.
Las elecciones en el segundo país más grande de África se vieron interrumpidas el miércoles por retrasos en la entrega de kits electorales y equipos defectuosos.
La gente también tuvo dificultades para encontrar sus nombres en los registros, mientras que la violencia provocó el caos en otros lugares.
La decisión de la comisión electoral, conocida como CENI, de ampliar la votación fue rechazada por cinco candidatos presidenciales que pidieron una repetición.
Lo que está en juego no es sólo la legitimidad de la próxima administración, planteó un cable de la agencia de noticias Reuters.
Las disputas electorales congoleñas a menudo provocan disturbios violentos con consecuencias potencialmente de largo alcance.
El Congo es el tercer productor de cobre del mundo y el principal productor de cobalto, un componente de baterías necesario para la transición verde.
En Kabare, en la inquieta región oriental del Congo, Jean Claude Irenge Kalumuna, de 21 años, fue uno de los primeros residentes en emitir su voto.
"Me hace feliz porque ayer salí de aquí enojado. Condeno esta forma de actuar de la CENI con todo este desorden, que demuestra que no estaban preparados, pero hicieron creer a la gente que todo estaba preparado" declaró Kalumuna.
A lo largo del miércoles, los observadores advirtieron sobre retrasos y fallas en la apertura de los colegios electorales y otros problemas, incluido el mal funcionamiento de los sistemas de votación electrónica.
En declaraciones a los periodistas el miércoles, el presidente de la CENI, Denis Kadima, reconoció que muchos colegios electorales habían abierto tarde y algunos no habían abierto en absoluto.
Señaló que alrededor del 70% de los electores había podido votar y que los retrasos no afectarían la credibilidad del proceso.
Cinco candidatos de la oposición, incluidos sus principales rivales Martin Fayulu y el premio Nobel Denis Mukwege, plantearon que la comisión no tenía ningún derecho constitucional o legal para extender la votación.
Exigieron "la reorganización de estas elecciones fallidas mediante una CENI estructurada de manera diferente" y en una fecha acordada por todos los interesados en una declaración conjunta a última hora del miércoles.
La antigua coalición gobernante del Congo, el Frente Común para el Congo del ex presidente Joseph Kabila, calificó las elecciones como una "parodia" que había avergonzado al país.
Criticó que la mitad de los colegios electorales no había abierto el miércoles y dos tercios de los que sí lo hicieron enfrentaron problemas.
"Lo que presenciamos hoy fue un verdadero naufragio del proceso electoral", comunicó la coalición en un comunicado el miércoles por la noche.
El tumulto del día de las elecciones siguió a una campaña marcada por la violencia política y repetidas advertencias de la oposición y los observadores sobre la falta de transparencia.
Sus preocupaciones incluían problemas con la lista de votantes y tarjetas de identificación ilegibles.
Durante meses, la comisión electoral rechazó las acusaciones de mala gestión y fraude de la oposición.
Insistió en que podría realizar una votación libre y justa como prometió, incluso cuando los críticos señalaron irregularidades que, según denunciaron, pondrían en peligro la legitimidad de los resultados.
- Internacionales