Un día después de abandonar un tratado clave con la OTAN, Rusia anunció que estrechará la cooperación militar con China que, según afirmó el presidente Vladimir Putin, pasará “a un primer plano” del vínculo bilateral.
“Nuestros contactos en el ámbito militar y técnico-militar son cada vez más importantes”, afirmó el mandatario ruso, que recibió en Moscú al general chino Zhang Yuxia, vicepresidente de la comisión militar central.
Además, dijo: “En lo que se refiere al ámbito técnico-militar, aquí, por supuesto, nuestro trabajo en el terreno de la alta tecnología pasa a un primer plano (...), es decir, el armamento moderno de nueva generación que, sin lugar a dudas, garantiza la seguridad estratégica tanto de Rusia como de la República Popular de China”, afirmó Putin.
Moscú se acerca a Beijing tras abandonar un tratado de seguridad clave con la OTAN
La reunión entre Putin y el jefe militar chino se produjo un día después que Rusia abandonara el Tratado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE) firmado con la OTAN. Poco después, los 31 aliados de la alianza atlántica anunciaron la suspensión formal del acuerdo que mantuvo el equilibrio de fuerzas y equipos durante la Guerra Fría.
El FACE, considerado en su tiempo como la piedra angular de la seguridad europea, eliminó la ventaja cuantitativa de la entonces Unión Soviética en armas convencionales en Europa. El tratado estableció límites iguales en la cantidad de tanques, vehículos blindados de combate, artillería pesada, aviones de combate y helicópteros de ataque que la OTAN y el Pacto de Varsovia podrían desplegar entre el océano Atlántico y los Urales.
Los países occidentales interpretaron la cooperación entre Rusia y China como una señal de alerta y buscan evitar que Beijing preste un apoyo importante a Rusia en su ofensiva en Ucrania.
El miércoles, el G7 llamó a China a “no ayudar” a Moscú en este conflicto. El presidente ruso considera que la OTAN busca “sobrepasar su marco geográfico” y que Washington intenta “crear nuevas alianzas” en Asia.
“Estados Unidos arrastra cada vez más a los países de la Alianza Atlántica a la creación de una situación tensa en la región Asia-Pacífico, intenta crear allí nuevas alianzas político-militares, incluyendo a los países de la región, y guiándose por sus propios intereses egoístas”, dijo. Además, destacó que rusos y chinos son conscientes de ello “y junto a nuestros amigos, principalmente China, reaccionamos con serenidad y de manera sopesada”.
“Reforzamos nuestra capacidad militar, incluido gracias a las maniobras conjuntas terrestres, marítimas y aéreas. Las realizamos de manera regular y el nivel de nuestra cooperación aumenta constantemente”, agregó durante la reunión celebrada en la residencia campestre de Putin en Novo-Ogariovo.
Moscú y Pekín mantienen vínculos estrechos, aún más fuertes desde el inicio de la ofensiva rusa en febrero de 2022, que China se niega a condenar.
Putin visitó China en octubre, su primer viaje a una gran potencia mundial desde el ataque de sus fuerzas en Ucrania hace casi dos años.