La policía contuvo a los manifestantes que protestaban ante la residencia del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en medio de la indignación generalizada por los fallos que condujeron al mortífero ataque perpetrado el mes pasado por hombres armados de Hamás contra comunidades de los alrededores de la Franja de Gaza.
Ondeando banderas israelíes azules y blancas y coreando "¡Cárcel ya!", una multitud de cientos de personas empujó las barreras policiales en torno a la residencia de Netanyahu en Jerusalén.
La protesta, que coincidió con una encuesta según la cual más de tres cuartas partes de los israelíes creen que Netanyahu debería dimitir, puso de relieve la creciente furia de la opinión pública contra sus dirigentes políticos y de seguridad.
Hasta ahora, Netanyahu no ha asumido su responsabilidad personal por los fallos que permitieron el asalto por sorpresa en el que cientos de hombres armados de Hamás irrumpieron en el sur de Israel el 7 de octubre, matando a más de 1.400 personas y tomando al menos a 240 como rehenes.
A medida que se ha ido disipando la conmoción inicial, ha crecido la indignación de la opinión pública, con muchas familias de los rehenes retenidos en Gaza criticando amargamente la respuesta del gobierno y pidiendo que sus familiares sean devueltos a casa.
En Tel Aviv, miles de personas se manifestaron, ondeando banderas y sosteniendo fotografías de algunos de los cautivos en Gaza y carteles con lemas como "Liberad a los rehenes ahora a toda costa".
Desde el ataque, Israel ha lanzado una intensa ofensiva aérea y terrestre en Gaza, causando la muerte de más de 9.000 personas, según las autoridades sanitarias de la zona gobernada por Hamás, y reduciendo a escombros amplias zonas del enclave.
Incluso antes de la guerra, Netanyahu había sido una figura divisiva, luchando contra acusaciones de corrupción, que él niega, e impulsando un plan para frenar los poderes del poder judicial que llevó a cientos de miles de personas a las calles para protestar.
Una encuesta del Canal 13 de televisión israelí reveló que el 76% de los israelíes pensaba que Netanyahu, que cumple ahora su sexto mandato como primer ministro, debería dimitir, y el 64% que el país debería celebrar elecciones inmediatamente después de la guerra.
Cuando se les preguntó quién tenía más culpa del ataque, el 44% de los israelíes culparon a Netanyahu, mientras que el 33% culparon al jefe del Estado Mayor militar y a altos cargos de las FDI y el 5% al ministro de Defensa, según la encuesta.
- Internacionales