Cinco personas murieron por el desbordamiento de ríos tras lluvias torrenciales en la región central italiana de Toscana, según informaron las autoridades locales, mientras la tormenta Ciarán seguía azotando Europa occidental.
Se temía que el río Arno pudiera desbordarse en la histórica ciudad de Florencia, pero el gobernador toscano, Eugenio Giani, advirtió que el punto más alto de las aguas había pasado hacia las 10.20 horas (0920 GMT) sin mayores incidentes.
Sin embargo, Giani debió informar que el número de muertos había aumentado a cinco después de que la lluvia arrastrara coches y obligara a la gente a evacuar los pisos inferiores de los edificios.
Un puente se derrumbó cerca de la ciudad de Pistoia, matando a dos personas.
Otra persona murió en la ciudad de Rosignano, de acuerdo con la información de la agencia de noticias Reuters.
Las otras dos víctimas eran ancianos que vivían en la pequeña ciudad de Montemurlo, según medios de comunicación italianos.
"Han caído más de 200 milímetros de lluvia en tres horas", declaró Luigi D'Angelo, quien dirige las labores de rescate de Protección Civil, a la cadena de televisión Sky TG24.
Es previsible que el Gobierno declare el estado de emergencia, lo que permitiría la rápida llegada de ayuda a la Toscana.
"Me gustaría expresar mi más sentido pésame y el del Gobierno por las víctimas", expresó en un comunicado la primera ministra, Giorgia Meloni.
El gobernador de la Toscana reveló que había problemas en torno a dos grandes ríos de la zona, el Bisenzio, al norte de Florencia, y el Ombrone, en el sur de la región.
Otra persona estaba desaparecida en la región nororiental del Véneto, según el gobernador local, citado por Sky TG24.
Las alertas meteorológicas seguían vigentes en varias regiones italianas, con algunas escuelas cerradas, tras una semana en la que el país se vio azotado por fuertes vientos y lluvias torrenciales.
La tormenta Ciarán, impulsada por una rama de la corriente en chorro (un flujo constante de vientos fuertes muy por encima de la superficie de la Tierra que circula de oeste a este) procedente del Atlántico, provocó lluvias torrenciales y vientos huracanados.
Eso causó graves inundaciones en Irlanda del Norte, algunas zonas de Reino Unido, Bélgica, Países Bajos y Francia.
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