Por primera vez en dos semanas, Kiev fue nuevamente blanco de un ataque ruso. El objetivo fue una fábrica en las afueras de la capital donde se fabrican misiles Neptune con los que Ucrania asegura haber hundido el Moskva.
Según comprobaron periodistas de AFP, la planta y el edificio administrativo adyacente, situados a unos 30 km al suroeste de Kiev, registraron daños importantes.
Los rusos llevaron a cabo tres ataques el viernes en la región de Kiev, señaló su gobernador, Alexander Pavliuk, sin especificar si esto incluía el de la empresa Vizar.
Una fábrica en la que se producen tanques en la afueras de Kiev fue blanco de un bombardeo ruso, en el que al menos murió una persona, informaron fuentes oficiales.
Según pudo comprobar un periodista de la AFP, un importante número de militares y policías acudió al lugar e impedía el acceso al complejo industrial, de donde brotaba una humareda.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, indicó que había al menos un muerto en el ataque y que varias personas resultaron heridas.
”Nuestras fuerzas hacen todo lo posible para protegernos, pero el enemigo es insidioso y despiadado”, dijo el alcalde.
Klitschko pidió una vez más a los habitantes que se fueron de Kiev que no regresen todavía y permanezcan en un “lugar seguro”.
Poco antes, el ministerio de Defensa ruso había amenazado con aumentar “el número y la magnitud de los ataques” contra la capital.
Golpe a Rusia
Un funcionario del Departamento de Defensa estadounidense afirmó que el crucero ruso Moskva, de 186 metros de eslora, fue alcanzado el jueves pasado por dos misiles ucranianos y lo calificó de “gran golpe” para Rusia. “Observamos cómo los barcos intentaban ayudar, pero incluso las fuerzas de la naturaleza estaban del lado de Ucrania”, ya que “una tormenta impidió el rescate del barco y la evacuación de la tripulación”, dijo Natalia Gumeniuk, portavoz del mando militar del sur de Ucrania.
“Somos perfectamente conscientes de que no nos lo perdonarán”, añadió, refiriéndose a Rusia y a posibles nuevos ataques.