El actual presidente, el centrista Emmanuel Macron (27,6%) y la candidata ultraderechista Marine Le Pen (23%) pasaron al balotaje en la primera vuelta de elecciones francesas que, aunque con algunos cambios, volvió a dibujar el mismo escenario que en la anterior cita presidencial, en 2017. La fecha clave ahora es el 24 de abril, cuando los franceses están llamados a elegir a su nuevo mandatario para los próximos 5 años. Repasamos las líneas clave de los programas electorales de los candidatos.
´Dejà vu'. La primera vuelta de las elecciones francesas dibujó un escenario casi idéntico al de 2017, cuando también el ahora presidente, Emmanuel Macron, y la ultraderechista Marine Le Pen se hicieron con la mayoría de los apoyos en su carrera al Elíseo.
Macron, candidato centrista de La República En Marcha, se hizo con el 27,6% de los apoyos frente al 23% que obtuvo Le Pen, la ultraconservadora de Reagrupación Nacional.
A poco menos de un punto porcentual se quedó el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que se hizo con el 22,2% del los apoyos entre el electorado del país europeo.
La cita clave ahora es el 24 de abril, fecha en la que tendrá lugar la segunda vuelta, en la que ambos candidatos medirán sus fuerzas de cara a ver quién gobernará la segunda economía de la Unión Europea y la séptima del mundo durante los próximos 5 años.
La mayoría de los candidatos que no lograron pasar el corte de esta primera cita ya mostraron su apoyo al actual presidente de cara al balotaje, creando una suerte de "cordón sanitario", como ya pasó en 2017, cuando Macron, con el 66,1% de los votos, se impuso a Le Pen, que obtuvo el 33,9% del respaldo de los electores.
"Votaré en conciencia por Macron", señaló Valérie Pécresse, la candidata de los Republicanos. A su sentir se unieron Yannick Jadot, el representante de Los Verdes y Fabien Roussel, del Partido Comunista. Incluso, Mélenchon, de la Francia Insumisa, dijo durante su discurso tras conocer las primeras proyecciones de los resultados que sus electores "saben a quién no tenemos que votar" y que no había que dar "ni un voto para Le Pen".
A la espera de la decisión final de los franceses el 24 de abril, los aspirantes al Elíseo tienen programas diferentes, que tendrán que defender durante las próximas dos semanas en el tramo final de una campaña, en la que el presidente no ha participado de manera activa hasta la fecha. Las líneas clave de sus programas electorales definirán el rumbo del país el próximo quinquenio.
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