Perú vivió una nueva jornada de manifestaciones y bloqueos en diferentes puntos del país, como Lima, la capital. A pesar de que las manifestaciones comenzaron en la región céntrica de Junín, donde el Gobierno de Pedro Castillo logró firmar un pacto con los huelguistas del sector transportista y agrario, el descontento por el elevado costo de vida se ha extendido a toda la nación.
Perú enfrenta un nuevo capítulo de inestabilidad política y social. Esta vez, el motivo radica en el alto costo de la vida debido a la subida del precio del combustible, fertilizantes y alimentos. Por eso, Lima registró varios bloqueos a lo largo de la ciudad y su área metropolitana, en un paro convocado por la Unión de Gremios de Transporte Multimodal del Perú.
Este es el séptimo día consecutivo de protestas y bloqueos en el país, en concreto en la región céntrica de Junín, donde ya han muerto al menos tres personas, una de ellas menor de edad. Una tensa situación que está poniendo al Gobierno de Pedro Castillo en aprietos tan solo una semana después de que el Congreso rechazara una moción de vacancia contra el presidente de izquierda.
Para intentar contener esta crisis, Castillo consiguió negociar un acuerdo con el gremio de transportistas -al que se unió el gremio de agricultores- de Junín, que exigían rebajar los precios del combustible y eliminar la competencia desleal de transportistas extranjeros, entre otras demandas.
- Internacionales