El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, llegó a Bucha, a las afueras de Kiev, luego de que su Gobierno y Occidente denunciaron indicios “claros” de “crímenes de guerra” cometidos allí por las tropas rusas. El Ejército ucraniano encontró en la localidad al menos una fosa común y cadáveres de civiles en las calles con signos de tortura. El Kremlin respondió que se trata de "otra puesta en escena del régimen de Kiev".
Día 40 de la guerra en Ucrania y aumentan las denuncias por posibles crímenes de guerra. Al menos 410 cadáveres han sido encontrados hasta el momento en Bucha, localidad al noroeste de Kiev, la capital.
Las autoridades ucranianas afirman que se trata de civiles presuntamente asesinados a manos de soldados rusos y los hallazgos fueron hechos luego de que las tropas locales retomaran el control de la zona.
El canciller ruso, Serguei Lavrov, aseguró que las imágenes de los cuerpos fueron “escenificadas” y pidió una reunión en el Consejo de Seguridad de la ONU para este lunes 4 de abril con el fin de abordar la situación. Sin embargo, el encuentro no ha sido confirmado.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschkó, pidió a los ucranianos que huyeron de la capital tras el inicio de la guerra, “posponer su regreso” hasta que la situación se estabilice.
Esto, porque pese a las buenas defensas antiaéreas de Kiev, “no pueden descartarse aún ataques con misiles” contra la ciudad más importante de Ucrania. Además, aseguró que los rusos han dejado muchas minas sin estallar.
Finalmente, Klitschkó catalogó de "genocidio" los presuntos asesinatos de varios cientos de civiles en Bucha y otras localidades por parte de las Fuerzas Armadas rusas.
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