Al menos 56 civiles murieron, entre ellos tres empleados de la ONU, en nuevos enfrentamientos armados entre el ejército de Sudán y un poderoso grupo de paramilitares. La violencia estalló en medio de una lucha por el poder entre los dos generales que protagonizaron el golpe de Estado de 2021.
Los habitantes de Jartum, que se quedaron sin agua ni electricidad, viven desde hace 24 horas atrincherados en sus casas, mientras en las calles se libran combates callejeros con armas pesadas.
“Los disparos y las explosiones no paran”, dijo Ahmed Hamid, un habitante de 34 años de un suburbio del norte de Jartum, citado por AFP.
Los combates se concentran en la capital y en Darfur, al oeste del país.
El Programa Mundial de Alimentos anunció la suspensión de sus operaciones en el país tras la muerte el sábado de tres empleados que trabajaban para esta agencia especializada de Naciones Unidas.
Cuál es el origen del conflicto en Sudán
El conflicto lleva semanas e impidió un acuerdo político en uno de los países más pobres del mundo. Desde la revuelta popular que derrocó a Omar al Bashir en 2019, Sudán intenta celebrar sus primeras elecciones libres tras 30 años de dictadura.
Durante el golpe de Estado que puso fin a la transición democrática en octubre de 2021, el jefe del ejército, Abdel Fatah al Burhan, y el jefe de las FAR, el general Mohamed Hamdan Daglo, conocido como “Hemedti”, unieron sus fuerzas para expulsar a los civiles del poder.
Pero la rivalidad entre los dos generales derivó en violencia el sábado. Ambas partes culpan a la otra y afirman controlar lugares clave de la capital.
Daglo anunció la toma del aeropuerto internacional de Jartum y del palacio presidencial, pero el ejército asegura que los sigue controlando.
Pero de momento, los dos generales no parecen dispuestos a dialogar. “Burhan, el criminal, debe rendirse”, declaró Hemedti en una entrevista con la red emiratí Sky News Arabia.
El ejército, por su parte, publicó en Facebook un “aviso de búsqueda” contra Hemedti. “Este criminal fugado está buscado por la justicia”, rezaba el mensaje.
La disputa entre ambos generales bloquea la transición democrática exigida por la comunidad internacional para reanudar su ayuda a Sudán, uno de los países más pobres del mundo.