El 2022 se caracterizó por la elevada inflación en las economías de todo el mundo y Argentina no fue la excepción, registrando un aumento contundente. Desde el comienzo de ese año, el Índice de Precios al Consumidor escaló de forma drástica, inclusive para los niveles a los cuales estamos acostumbrados en nuestro país.
La inflación del 2022 terminó unos 43,9 puntos porcentuales (pp.) por encima de lo que fue la inflación durante todo el 2021, dando evidencia de la compleja dinámica en la que se encuentra la economía. Por otra parte, en términos interanuales, nos encontramos ante el nivel más alto desde enero del año 1992, justo cuando el país comenzaba a recuperarse de una crisis hiperinflacionaria.
No caben dudas que la inflación fue el desafío más importante a resolver en 2022 para la mayoría de los países. A fin de año, esta situación comenzó a ser controlada en países como Brasil y Estados Unidos, donde la suba de precios ya se encuentra en niveles mucho más estables que en los meses de mayor inestabilidad.
Por el contrario, en Argentina, el problema inflacionario aún parece estar lejos de solucionarse. De hecho, la inflación núcleo en nuestro país, marcó un aumento del 5,3% mensual, también mostrando una aceleración respecto a noviembre.
De esta manera, teniendo en cuenta que la inflación núcleo no capta los precios más volátiles de la economía, se puede evidenciar que la inflación sigue lejos de mostrar una desaceleración destacable, y, por ende, la dinámica de esta variable continúa siendo preocupante.
Las perspectivas a futuro también muestran claras señales de que la inflación continuará con valores elevados. De acuerdo con las previsiones del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del BCRA para el 2023, se mostró un leve ajuste a la baja de las expectativas de inflación, con una corrección de 1,3pp, pasando de 99,7% a 98,4%, lo cual significaría que serían dos años continuos con una inflación por encima del 90%.
Por ende, hacia el futuro, las previsiones aún no son positivas a medida que no se logre anclar las expectativas y que ciertas políticas monetarias, como el aumento de los pasivos remunerados del BCRA, tampoco asistirán para que esto ocurra.
Si tomamos en cuenta este escenario desafiante, tenemos que buscar opciones de inversión que nos permitan ganarle a la inflación argentina, de cara a los próximos meses.
Ante este panorama, donde tener pesos sin invertir genera pérdidas de poder adquisitivo de gran magnitud, desde el Research de IOL invertironline consideramos que posicionarse en activos CER representa la mejor opción para resguardar valor contra la inflación.
A continuación, algunas alternativas que creemos pueden ser útiles para potenciar los ahorros, a la vez que también permiten proteger su capital ante la suba de precios en nuestra economía:
Para los inversores que quieran invertir pensando en un corto plazo, que serían un poco menos de 6 meses, sugerimos sumar el bono TX23, con vencimiento el 23 de marzo del 2023 y que rinde a la fecha CER +11%. Cabe destacar que el rendimiento esperado de este bono se sitúa en 134%, por lo que también superaría a la inflación.
Para aquellos que buscan posicionarse en pesos a mediano plazo, sugerimos sumar el bono dual TDS23. Se trata de un instrumento que va a pagar el ajuste de capital mayor entre la evolución del índice CER más un cupón y la evolución del tipo de cambio oficial. Este bono tiene vencimiento en septiembre del 2023 y cuenta con un rendimiento anual (TIR) esperado del 117%.
En tercer lugar, es ideal sumar a la cartera el bono del gobierno nacional TX26 que ajusta su capital por el CER, logrando así acompañar a la inflación. Este bono con vencimiento en 2026 cuenta con una TIR a la fecha de CER+14%.
Por último, para aquellos inversores que busquen invertir en varios instrumentos CER a la vez, sugerimos posicionarse en el FCI AdCap Wise Capital Growth. Este Fondo está posicionado tanto en letras como en bonos CER, ofreciendo así cobertura de inflación con distintos plazos de vencimiento y rendimiento para obtener un retorno por encima de un plazo fijo y liquidez inmediata.
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