Los líderes de los países del G20 solicitaron la revisión de la política de sobrecargos del Fondo Monetario Internacional (FMI), en una postura que avaló el planteo que el Gobierno argentino vino realizando en los últimos meses en distintos foros, en sus negociaciones bilaterales con el organismo de crédito y en concordancia con la iniciativa planteada por la Argentina en la cumbre de Roma en octubre de 2021.
Fuentes del Palacio de Hacienda enfatizaron el habitual reclamo en contra de los sobrecargos que cobra el FMI, dado que en abril de este año la administración de Alberto Fernández acordó con la entidad multilateral una flexibilización de los pagos del crédito stand by que fue desembolsado en 2018 y 2019 por unos USD 45.000 millones y que convirtió a la Argentina en el principal deudor del Fondo.
Desde Economía precisaron a Infobae que la tasa que percibe el FMI alcanza el 6,66% anual en dólares, producto de una Tasa básica (1%) más una Tasa de Referencia de 2,6% correspondiente a los Países que forman la canasta de los DEG (Derechos Especiales de Giro) más sobrecargos por otro 3 por ciento.
En este sentido, enfatizaron que el BID cobra un 5,16%, producto de una Tasa de referencia de 4,08%, a lo que se añade un Margen de Fondeo (+0,18%) y un Margen del BID (+0,9%).
Los funcionarios consideran que hay un “agravante conceptual porque el sobrecargo del FMI se aplica sobre un monto exorbitante, mientras que se supone que es un prestamista de última instancia y como tal debería estar más abajo dicha tasa”.
Otra paradoja es que cuando se impusieron los sobrecargos, la decisión refería que era para “incentivar a los países a graduarse del FMI y salir al mercado. Pero con estas tasas y estos mercados el efecto es el inverso, de perpetuación -de la deuda- porque los países tienen menos o más difícil acceso a los mercados y mayor carga que pagar al Fondo. Entonces le tienen que pedir al Fondo para pagarle al Fondo”, explicaron desde el Palacio de Hacienda.
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