El Gobierno nacional analiza la posibilidad de impulsar el pago de una suma fija para quienes hayan perdido poder adquisitivo contra la inflación en momentos en que la suba de precios continúa erosionando el poder adquisitivo de los trabajadores.
De esta forma, busca reforzar su política de ingresos, tras la implementación del IFE 5, por el cual se les otorgan $45.000 en dos cuotas a personas que no reciban ninguna ayuda.
La idea fue revelada por el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, quien adelantó que la vicepresidenta, Cristina Fernández, y el ministro de Economía, Sergio Massa, están evaluando diferentes alternativas.
“Sergio está pensando con Cristina una suma fija para que aquellos que perdieron con la inflación puedan recuperar su nivel de consumo”, afirmó el funcionario del Poder Ejecutivo en declaraciones radiales.
De Pedro subrayó que “la gente tiene que tener más plata que lo que la inflación le saca. Es un compromiso, es una batalla que tenemos que dar”.
El ministro admitió que “la batalla del poder adquisitivo no la estamos ganando, la queremos ganar y la tenemos que ganar”.
En los últimos cuatro meses la inflación acumulada superó el 20% y los trabajadores que no tuvieron revisión paritaria ven mes a mes recortado el poder de compra de su salario.
De Pedro sostuvo que una medida de este estilo “es muy noble” porque derrama en “el comercio y la producción”. En esa línea dijo que son las mismas empresas la que le piden al Gobierno que encuentre el mecanismo para “ponerle plata en el bolsillo a la gente”.
El desafío de una medida de este perfil es encontrar el punto de equilibrio entre la capacidad de pago que pueden tener las empresas en momentos de cuentas ajustadas.
El anuncio que realizó De Pedro choca con la posición que hace pocos días adoptó el presidente Alberto Fernández cuando defendió el mecanismo de paritarias como método para la recuperación de los niveles de consumo.
Curiosamente al comunicar la medida, De Pedro marcó que eran Cristina Fernández y Sergio Massa quienes estaban sobre el tema y no mencionó al presidente, quien es el que en definitiva deberá validar la iniciativa.
Con una mirada de mayor profundidad, el ministro sostuvo que “hay que reorganizar el modelo productivo de la Argentina”, pero al mismo tiempo defendió la orientación económica.
“Quienes confiaron en el gobierno de Macri les fue mal. Grandes empresas que cotizaban en bolsa valían la mitad y hay 23.500 empresas que se fundieron", sostuvo.
Para el ministro “hacen falta más empresarios y más comerciantes”, enfatizó, al tiempo que instó a “generar un clima de negocios como lo hizo Néstor (Kirchner) cuando encontró a la Argentina fundida.
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