El ministro de Economía, Sergio Massa, espera embolsar esta semana divisas por alrededor de u$s5.300 millones, entre los desembolsos que se discutirán en los directorios del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El ministro anunció este viernes que, gracias a la liquidación récord de soja durante el mes de septiembre como resultado del Programa de Incremento Exportador, se cumplieron las metas de reservas para el tercer trimestre del año. El acuerdo con el FMI estipula que si Argentina cumple ciertas metas fijadas, el organismo de crédito desembolsará los fondos correspondientes a los vencimientos firmados en 2018.
Massa también anticipó en la presentación del Presupuesto 2023 que el directorio del FMI trataría la revisión de las metas del segundo trimestre el próximo viernes 7 de octubre.
Argentina ya logró la aprobación de parte del staff del Fondo, que lidera el brasileño Ilan Goldfajn, que hace 10 días confirmó que la Argentina había superado la prueba técnica, por lo que la titular del organismo, Kristalina Georgieva, elevó el informe al directorio para su discusión. De aprobarse la revisión, disparará un desembolso inmediato de u$s4.100 millones que pasarían a engrosar las reservas internacionales, ya que el vencimiento de septiembre por u$s2.590 millones fue realizado con reservas del Banco Central.
Las liquidaciones de septiembre a través del dólar soja alcanzaron los u$s8.123 millones, según anunció ayer el ministro. Esto le permitió al Gobierno acumular reservas internacionales por u$s7.646 millones
Por otro lado, el Gobierno también está a la espera de que el BID apruebe créditos para el país por u$s1.200 millones, que se estima que llegarían para el último trimestre del año.
El acuerdo fue rubricado por Massa y el hasta la semana pasada presidente de la entidad, Mauricio Claver-Carone, quien fue destituido luego de que se comprobaran irregularidades éticas durante su función como titular de la entidad. En el entorno del Ministerio de Economía descartan que esto traiga complicaciones a la hora de que se voten los préstamos para Argentina.
El BID había aprobado una serie de créditos por u$s800 millones que tenían como destino el engrosamiento de reservas, pero que estuvieron frenados por la relación que mantenía el Gobierno con el Banco.
El BID se encuentra en proceso de elección de un nuevo presidente mientras que ocupa el cargo de manera interina la vicepresidenta ejecutiva Reina Irene Mejía Chacón.
El recambio de autoridades contribuyó a demorar un poco la agenda del BID: inicialmente, según el comunicado emitido por la entidad el mes pasado, los nuevos créditos para el caso argentino se iban a discutir a fines de septiembre, y ahora se prevé que podría tratarse el próximo miércoles en la sesión semanal habitual de directorio del BID, o eventualmente en una extraordinaria que podría resultar el 6 o también el 7 de octubre, el mismo día en que votará el directorio del Fondo su desembolso.
El BID aclaró, por su parte, que el apoyo presupuestario del Banco a Argentina se enmarca en el cumplimiento de un acuerdo existente con el Fondo Monetario Internacional y la propia evaluación del BID de las condiciones macroeconómicas del país.
El apoyo del BID sirvió para darle más fuerza a la posición argentina en la revisión técnica que implementó el Fondo, previo a la reunión que mantuvo Massa con Georgieva en Washington, y antes del encuentro entre el Presidente Alberto Fernández con la titular del FMI en el marco de la Asamblea Anual de Naciones Unidas en Nueva York.
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