La oferta de inmuebles para alquilar se sigue reduciendo en Buenos Aires. Se estima que hay sólo 5.800 departamentos en locación, de los cuales más del 70% son en dólares y pertenecen a los mercados premium y temporario. Sólo unas 2.000 unidades están en pesos y las de tres ambientes, que necesitan una familia tipo, superan los $85.000 mensuales en los distintos barrios porteños.
El escenario sigue retraído más por la falta de certidumbre por la Ley de Alquileres N° 27.551 que iban a modificar en el Congreso de la Nación en 30 días y van 10 meses desde que se empezó a hablar del tema y no cambió nada. Se dilata el tratamiento para reformarla y gana el desconcierto entre los actores del segmento.
Hoy la oferta se achicó drásticamente. “Hasta fin de 2019 había por mes en la ciudad unas 12.000 propiedades en promedio que se ofrecían para alquilar en el formato tradicional”, según estimó una fuente del segmento inmobiliario.
En las redes sociales la gente postea que busca con desesperación encontrar “un techo” para alquilar. “Incluso en muchas inmobiliarias enviamos mails o consultas, y ni siquiera nos responden. Me tuve que ir con mis hijos a lo de mi mamá porque no encuentro un departamento de tres ambientes en Buenos Aires y la propietaria del que alquilaba en Barracas no nos quiso renovar el contrato”, contó una inquilina.
Hernán Iradi, responsable de relaciones institucionales del Colegio Profesional Inmobiliario (Cucicba), comentó a Infobae que “es un disparate pensar así. ¿Y los propietarios que saben que los departamentos en alquiler se los sacan de las manos no dicen nada que pasa el tiempo y no se alquilan? Trato de entender la lógica: ¿Cuál sería la ganancia de las inmobiliarias de hacer eso? ¿Dejar las llaves de los propietarios colgadas? La verdad, no resiste el menor análisis”.
Desde el segmento sostienen que ese es un argumento que esgrimen los responsables de la letra de la “nefasta Ley de Alquileres” que en vez de tener la humildad de decir “me equivoqué” buscan responsables para disimular lo indisimulable.
“Hicieron una ley espantosa que perjudicó a todos, no se salvó nadie y claro los inquilinos por ser el eslabón más débil son los más perjudicados”, aclaró Iradi.
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