El Banco Central decidió mantener las tasas de interés sin cambios, a diferencia de lo que sucedió desde enero de este año, cuando cada vez que se conocía el índice de inflación respondía con una suba de tasas. Por ello, los plazos fijos a 30 días para el público minorista seguirán pagando un 53% anual y la tasa de los instrumentos del Banco Central seguirán pagando un 52%.
¿Por qué decidió el BCRA no subir la tasa frente a la creciente inflación, qué llegó al 5,3% en junio y al 64% en los últimos 12 meses? Para priorizar la recuperación de los bonos en pesos del Tesoro, cuyos precios vienen en caída. En un mercado saturado de pesos, el BCRA prefiere que los bancos pongan su dinero en bonos de la deuda en lugar de hacerlo en sus propios instrumentos, las Leliq y los pases.
“El mercado hoy percibe al Central como menos riesgoso que al Tesoro, motivo por el cual el propio Banco Central terminaba compitiendo, paradójicamente, contra quien quería salvar”, explicó el economista Juan Pablo Albornoz, de la consultora Ecolatina.
De esa forma, la autoridad monetaria que preside Miguel Pesce decidió acudir en ayuda de la ministra de Economía, Silvina Batakis, quien sí apunta a elevar los rendimientos en las licitaciones de deuda para captar la abundante liquidez bancaria. “En la última licitación, el Tesoro convalidó una fuerte suba de tasas” explican en el Central. Ponen como ejemplo que la tasa de Ledes, licitada ayer con vencimiento en octubre, paga un 63,46%.
Al mismo tiempo que decidió romper la tendencia de subir las tasas una vez conocido el IPC, tal como esperaba la mayoría de los analistas y como hizo cada mes entre enero y junio, el BCRA tomó hoy otra decisión. Estableció un “corredor de tasas de interés” con la finalidad de que “sirva como referencia para saber si hay tasas positivas”, es decir, que superen a la inflación. Según se explicó, ese corredor estará “conformado por la tasa de interés de las Letras del Tesoro de corto plazo, la tasa de política monetaria representada por la Leliq a 28 días y la tasa de pases a un día”. En el nuevo esquema, la tasa de pases del BCRA funcionará como el límite inferior y la tasa de las Letras del Tesoro sea el límite superior.
El mensaje del Banco Central hacia el mercado es que para saber si hay tasas positivas los inversores no deben mirar únicamente las tasas de Leliq y plazos fijos, sino que deben analizar este conjunto de tasas. “Este corredor de tasas es lo que mira el BCRA para definir la política monetaria y financiera, y para saber si hay tasas positivas en la economía”, señalan en el BCRA. Esta visión y la coordinación con Economía ya venía ocurriendo
La decisión, dijo un comunicado del Central, “se inscribe en una estrategia que atiende simultáneamente a los siguientes objetivos: arribar a un esquema de tasas de interés positivas en términos reales para la economía, fortalecer el mercado de deuda pública en pesos para que logre profundidad y liquidez y avanzar gradualmente en el uso de instrumentos del Tesoro como instrumentos de política monetaria”.
Con este nuevo esquema el BCRA aspira a que tanto las empresas como los depositantes individuales “obtengan tasas de interés en el mercado financiero y de títulos que los remuneren adecuadamente”.
Para los ahorristas individuales, el incentivo por depositar a plazo fijo claramente se reduce. Una tasa nominal anual del 53% equivale a un rendimiento del 4,4% a 30 días, un rendimiento claramente por debajo del 5,3% anunciado hoy para junio y de la inflación de julio, que muchos analistas pronostican en un 7%. Y el riesgo de dejar tantos pesos en la calle, por supuesto, puede tentar a muchos a dolarizarse en cualquiera de las formas posibles que ofrece el mercado.
“¿No suben la tasa en plena aceleración inflacionaria? Qué ganas que tienen de desvirtuar lo poco bueno que dijeron y lo mucho bueno que no dijeron en la conferencia del lunes”, señaló en su cuenta de Twitter el economista Gabriel Caamaño.
“A pesar del muy mal dato de inflación de junio (y el aún peor que vendrá en julio) hoy el Central no subió la tasa porque precisamente no le quiere competir al Tesoro. Los riesgos de que la tasa quede muy rezagada contra la inflación y que esos pesos se vuelquen al mercado cambiario están latentes”, concluyó Albornoz.
Cabe destacar que es la primera vez en el año que el BCRA no sube la tasa de interés de política monetaria luego de que se conozca el dato de inflación. Anteriormente, el 6 de enero, tras haber estado más de un año sin ningún movimiento, la había subido del 38% al 40%; el 17 de febrero dispuso otro movimiento del 40% al 42,5% y en marzo la llevó al 44,5% anual. Ya en abril la tasa de referencia se elevó de 44,5% a 47% y en mayo se elevó hasta el 48 por ciento.
En tanto, la inflación registró una variación de 3,8% en diciembre, 3,9% en enero y 4,7% en febrero. Luego en marzo alcanzó el pico del año con un alza de 6,7%, en abril se desaceleró al 6%, en mayo al 5,1% y en junio volvió a subir al 5,3 por ciento.