Si hay un elemento que puede generar cierta preocupación en el equipo económico respecto del proceso de desinflación, es que la medición núcleo, que es la que despeja los componentes estacionales, subió en julio tras seis caídas consecutivas. El mes pasado el indicador se ubicó en el 3,8% mientras que el IPC general trepó al 4%. La inflación núcleo había sido enero de 20,2%; en febrero 12,3%; marzo 9,4%; abril 6,3%; mayo 3,7% y junio también, 3,7%. Aunque se trate de solo una décima la suba entre junio y julio, la inflación core es una llamada de atención para el ministro de Economía, Luis Caputo, quien espera alinear ese índice con la devaluación del 2% de la moneda, como requisito para ir saliendo del cepo cambiario. Más allá de ese elemento, la consultora C&T que dirige el economista Camilo Tiscornia destaca que los componentes estacionales del índice aumentaron 5,1%. “En esta línea, el rubro restaurantes y hoteles, influido por el pico de las vacaciones de invierno, mostró el mayor incremento a nivel nacional (6,5%), con un pico de 10,5% en Cuyo”, dice la empresa en un comentario. Por otro lado, se señala que “se sumaron alzas en frutas y verduras, producto de las bajas temperaturas, que llegaron al 8,5% y 9,7%, respectivamente, en la región GBA”. Los componentes regulados del IPC tuvieron una suba de 4,3%. “En este caso, se destacó el aumento de cerca de 12% en cigarrillos, que provocó que el rubro bebidas alcohólicas y tabaco trepara 6,1%, dice C&T. La consultora precisa que este rubro fue el segundo de mayor alza en el mes seguido por vivienda, con un 6%, movido, en parte, por el ajuste en el suministro de agua. Salud, con un 5,8% fue el sector que le siguió debido al incremento de las cuotas de las prepagas con un alza cercana al 7%. El otro rubro que subió por encima del promedio fue recreación y cultura (5,7%), también afectado por el pico estacional de las vacaciones de invierno.
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