El turismo no pudo festejar como hubiese querido las vacaciones de invierno, que en el marco de la recesión tuvieron un retroceso de casi 12% con respecto al año pasado. El impacto económico fue de $1,2 billones, un 22% menos que el año pasado. Según un relevamiento, viajaron 4,9 millones de turistas, que gastaron un promedio diario de $60 mil. La estadía media bajó a 4,1 días. Los números de las vacaciones 2024, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que se realizó con base a información brindada por entidades de provincias y municipios, reflejan un mes con bajo consumo en actividades, y con un público fiel a la nieve que achicó estadías, pero no dejó de pasar por los centros de esquí. Así, la estadía media bajó de 4,5 días en 2023 a 4,1 este año y el gasto diario en promedio fue de $59.890, que a precios reales (es decir, descontando la inflación) resultó 3% inferior a la temporada pasada. Lo que se redujo en estas vacaciones fueron los encuentros culturales, especialmente musicales, que fueron más discretos, incluso en las fiestas populares se pudo observar menor presencia de bandas con convocatorias masivas. En cambio, sí hubo abundantes competencias deportivas. El desdoblamiento de las vacaciones escolares permitió una distribución más equitativa del flujo de turistas y evitó la sobrecarga de las rutas nacionales. Fue un invierno frío, con las zonas de playas menos concurridas que otros años, y un visitante que se inclinó a opciones termales, montañas, nieve y campo. Además, tampoco hubo incentivos como otros años con el programa Previaje.