El Presidente Javier Milei habló ante los principales empresarios del país en Bariloche, en el marco del Foro de Llao Llao. Allí propuso un modelo económico basado en la inversión extranjera directa, inspirado en la experiencia desarrollada en Irlanda.
El discurso duró una hora y cuarto y se hizo en el salón Bustillo, un poco más reservado que el salón Llao Llao, donde se reunieron los empresarios la mayor parte del tiempo. No hubo preguntas. “No creo en una economía dirigista”, les dijo a los empresarios.
“El futuro será con mucha baja de impuestos”, les prometió a los principales hombres de negocios del país. “No me voy a conformar con ser como Alemania, quiero ser como Irlanda. Quiero una profunda revolución liberal”, remarcó.
En las últimas décadas, el modelo económico irlandés se caracterizó por políticas que fomentan la inversión extranjera directa, en especial en sectores como la tecnología, la farmacéutica y los servicios financieros. Por este motivo, Irlanda es conocida como uno de los “Tigres Celtas”, junto con Corea del Sur y Singapur.
Las principales características del modelo irlandés son:
Baja tasa impositiva corporativa: Irlanda tiene una de las tasas impositivas corporativas más bajas de Europa, esto generó que muchas empresas multinacionales establezcan sus operaciones allí.
Política pro-negocios: el gobierno irlandés impulsa medidas que facilitan la creación y operación de empresas, así como la inversión extranjera.
Educación y mano de obra cualificada: Irlanda invirtió en educación y capacitación para desarrollar una fuerza laboral altamente cualificada, con especial énfasis en áreas como la tecnología y la investigación científica.
Acceso al mercado único de la UE: al ser parte de la Unión Europea, Irlanda tiene acceso directo al comercio e inversión con otros países del bloque económico.
Política fiscal favorable: Irlanda ofrece otros incentivos fiscales para atraer inversiones, como regímenes especiales para empresas.
Innovación y desarrollo tecnológico: el gobierno irlandés promueve la innovación y el desarrollo tecnológico como parte de su estrategia económica.
El modelo económico irlandés se basa en la atracción de inversión extranjera, una política fiscal favorable, una fuerza laboral altamente cualificada y un entorno propicio para los negocios. Esto provocó un crecimiento económico significativo del país europeo en las últimas décadas. Sin embargo, también tiene sus detractores, que hacen hincapié en la desigualdad económica y los efectos ambientales de ciertas políticas de desarrollo.