Las estimaciones de todos los sectores respecto de lo que fue el primer mes del año en materia de actividad se cumplieron a rajatabla. En muchos casos, incluso, la realidad superó los pronósticos más pesimistas. Si bien enero es un mes estacionalmente bajo en materia de ventas para muchos rubros por las vacaciones, lo cierto es que la caída en muchos casos llegó a 40% respecto de las de igual mes del año previo. La fuerte pérdida de poder adquisitivo, agravada tras la devaluación de diciembre y la disparada de precios, sumado a las perspectivas de incrementos en colegios, prepagas, servicios de luz y gas, combustibles, entre otros, hicieron caer fuertemente la demanda final. Esa realidad del mostrador se trasladó rápidamente a las fábricas, que acusan una fuerte merma en los pedidos de sus clientes para las próximas semanas. “Las empresas han bajado la cortina. En indumentaria, la caída es severa, aproximadamente un 30% en las marcas de los shoppings y en el mercado informal, cerca del 40%. En este contexto, ya tenemos algunos síntomas de preocupación, suspensiones y despidos en algunas empresas, y sabemos que esto también está ocurriendo en otros sectores”, afirmó el presidente de la Cámara Argentina de la Indumentaria (CIAI), Claudio Drescher.
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