Durante la jornada del martes, los precios de la carne en hacienda llegaron a un máximo de $1.900 por kilo, con lo que registraron un aumento del 50% en relación al mismo día de la semana pasada. Esto, claro está, podría tener un fuerte impacto de los valores en góndola, considerando que el programa “Precios Justos” dejó de existir y el mercado volvió a operar de acuerdo al movimiento de la oferta-demanda.
Según empresarios del sector consultados, los traslados a las góndolas podrían demorar algunos días, pero “sin duda llegarán”. Si bien aseguraron que “una parte de la suba sería absorbida por la cadena”, reconocieron que el impacto sería significativo. A esa situación, se añadirá el efecto de las medidas anunciadas ayer por el ministro Luis Caputo, por las que se espera una mayor inflación. “El kilo de carne promedio podría llegar a tocar los $12.000″, aseguraron.
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