La combinación de la aceleración de la carrera nominal tras la devaluación de agosto sumada a la incertidumbre electoral aumentó la demanda de cobertura. Esto se tradujo en un cambio de estrategia.
Durante el mes de septiembre y los primeros días de octubre, los inversores decidieron una rotación de sus carteras. Según sostiene Porfolio Personal de Inversiones (PPI), en el mercado de los fondos comunes de inversión se notó una preferencia por instrumentos de mayor liquidez, con menor exposición al riesgo soberano (como los FCIs Money Market), o bien por activos dolarizados. Esto explicó gran parte de la caída en las cotizaciones de los títulos del Tesoro en pesos y el alza de los dólares financieros en las últimas semanas.
En este sentido, según sostuvo Adcap Grupo Financiero en consulta con Ámbito, las suscripciones en Fondos Comunes Dólar Linked que obligó a algunas gestoras a suspender suscripciones, registraron el jueves pasado niveles pre-PASO, al mismo tiempo que cayeron los rescates en Fondos CER. En esta línea, la expectativa de devaluación se pudo observar claramente con el dólar futuro, en donde el dólar a diciembre llegó a cotizar a una tasa efectiva anualizada implícita de 15.258% y en donde el Banco Central decidió intervenir.
Más allá de esta coyuntura, a mediano plazo el escenario para la Argentina luce desafiante y allí aparecen algunas alternativas que son poco consideradas pero que podrían transformarse en opción en caso de que se considere salir por completo del riesgo argentino. En esta nota, algunas de las opciones.
Según los analistas consultados, el inversor deberá definir si quiere continuar expuesto a riesgo argentino mediante empresas (perfiles agresivos) o si prefiere huir del riesgo soberano y virar hacia un riesgo latinoamericano mediante FCIs que incluyen deuda soberana de otros países (para perfiles conservadores).
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