En medio de la crisis de alquileres y con el debate de la reforma de la ley en el Senado, muchos inquilinos deben actualizar sus contratos. Sin embargo, no se están realizando nuevos acuerdos entre partes, ni renovaciones, ya que los propietarios y el sector inmobiliario buscan que se apruebe la modificación de la norma, que achica el tiempo de vigencia del contrato de 3 a 2 años, y corrige la cláusula de actualizaciones anuales por aumentos "con la periodicidad que acuerden las partes", aunque deben ser "por intervalos no inferiores a 4 meses”.
En ese contexto y debido a la inercia inflacionaria, muchos contratos se están renegociando en dólares-y en menor medida con ajustes periódicos teniendo en cuenta la inflación- lo cual no es novedad, ya que parte de la oferta de los alquileres viró hacia una variante "temporal" y dolarizada.
Alquileres: ¿cómo se negocian los contratos en dólares?
Ahora bien, según fuentes del mercado consultadas por Ámbito, los acuerdos de este tipo de alquileres se suelen dar en moneda dura directamente y sin actualización, o se le pone un precio en dólares que quiera fijar el propietario, y a partir de ello, se establecen actualizaciones trimestrales, o semestrales en base a la inflación, pero con un contrato pesificado.
Otra opción, también suele ser el contrato temporal en dólares y con actualizaciones de precios en moneda dura. Esto ocurre sobre todo en las zonas residenciales, donde hay escasa oferta.