Con el objetivo de apuntalar la recaudación tributaria y en medio de la baja en la actividad económica, el equipo económico del Gobierno comenzó a tomar medidas que generaron fuerte malestar en el sector empresarial.
La Asociación Empresaria Argentina (AEA) emitió un comunicado manifestando su disconformidad con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) tras establecer un nuevo pago a cuenta del Impuesto a las Ganancias para empresas que facturaron más de $600 millones y no abonaron el tributo por quebrantos anteriores.
“Nuestro país necesita con urgencia que se adopten medidas para reducir la muy alta presión tributaria sobre el sector formal de la economía. Lamentablemente, la Resolución 5391/23 de la AFIP mediante la cual se dispone que un conjunto de empresas deban pagar un anticipo del Impuesto a las Ganancias, va en la dirección contraria”, expresaron en la AEA.
“Esta decisión vuelve a incrementar la carga tributaria, ya que las empresas se verán obligadas a abonar un nuevo anticipo, con el agravante de que este tributo se pagará por ganancias no realizadas. Adicionalmente, la medida afectará el capital de trabajo de las empresas y generará una pérdida financiera”, añadieron.
Por otra parte, en Economía preparan otras medidas que apuntan a contener el drenaje de las alicaídas reservas del Banco Central, como una suba de impuestos para importaciones. Si bien aún no se definió con exactitud el porcentaje de incremento, se espera que se adicionen nuevas alícuotas únicamente a los bienes suntuarios y algunos bienes intermedios.
En tanto, aquellos productos que formen parte de la producción de bienes de la canasta básica o dedicados a la producción de energía no sufrirán ningún tipo de cambio.
El primer objetivo del Gobierno era que llegaran US$10.600 millones, cifra que correspondía a los pagos hasta fin de año. Sin embargo, dado el contexto, es posible que el monto a recibir finalmente sea menor.
Para la Argentina es clave cerrar un nuevo entendimiento con el FMI porque el país tiene reservas negativas por US$6500 millones y necesita US$2600 millones para pagarle al Fondo a fin de mes, sumado a otros US$800 millones a abonar a principios de agosto.
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