Tras varias semanas de incertidumbre, el equipo económico de Sergio Massa viajó a Washington DC para dar las puntadas finales a un nuevo acuerdo técnico con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que permita reformular el programa vigente y adelantar desembolsos para apuntalar las reservas en plena campaña electoral.
La delegación, encabezada por el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, y el jefe de Asesores de esa cartera, Leonardo Madcur, buscará destrabar en persona las negociaciones con el organismo de crédito, que se encuentran bloqueadas.
La intención de Massa es conseguir un “préstamo puente” que le permita al Gobierno llegar con dinero suficiente a diciembre y evitar cualquier tipo de corrida: en el Palacio de Hacienda saben que la estabilidad cambiaria en meses de elecciones depende de conseguir el adelanto de esos desembolsos.
Al parecer todavía hay algunas diferencias técnicas entre las partes, en especial en lo referido al tipo de cambio. En el entorno del ministro de Economía aseguran que no se va a devaluar el dólar oficial, pero admiten que se analiza la posibilidad de añadir algunos impuestos adicionales a la importación, que a los efectos finales encarecería las compras al exterior en dólares para las empresas. Y el impacto sobre los precios, claro, sería inevitable.
La Argentina incumplió las metas del primer trimestre, que debían activar un desembolso por más de US$ 3000 millones, y también las del tramo abril-junio. Por la situación, desde Economía se responsabiliza por eso a la sequía extrema que diezmó la cosecha y causó pérdidas por exportaciones que el equipo económico valuó en US$ 20.000 millones. El Fondo reconoció el problema y habilitó la rediscusión de metas, aunque los cálculos de costo no coinciden con el equipo económico.
Días atrás, el Ministerio de Economía informó que “se hizo el pago de los vencimientos de junio” al FMI “sin usar dólares sino DEGs (Derechos Especiales de Giro) y yuanes”, equivalentes a US$ 2700 millones que conformaban el compromiso previsto para fines de junio.
Se trató de un gesto de la Argentina antes de alcanzar un acuerdo final, en vistas de que las reservas escasean y en un período donde ya comenzó la campaña. Ahora el paso que resta es el de la redacción legal del acuerdo y la presentación para su evaluación al Directorio, que trataría formalmente el caso argentino antes de mediados de julio.
El ministro de Economía, en tanto, se queda en la Argentina para enfocarse en el plano político. Metido de lleno en la carrera por la presidencia, Massa participará el domingo del acto de inauguración del gasoducto Néstor Kirchner, donde se mostrará, por primera vez en un año, con Cristina Kirchner y Alberto Fernández.
- Economia