Duele el bolsillo alquilar en la Argentina y además es una travesía encontrar una vivienda por la gran escasez existente. Son dos problemas que se agravaron desde que entró en vigencia la polémica normativa sancionada en 2020.
Supuestamente era una ley pensada en beneficiar a los inquilinos, pero en un país con una inflación que galopa a pasos agigantados la de marzo se ubicó en 7,7%, lo que implicó que la suba de precios alcanzara el 104,3% interanual.
Este piso impacta severamente en el Índice de Contratos de Locación (ICL) que estipula el Banco Central y que rige sobre los precios los alquileres. Al principio de mes los contratos se ajustaron en 92,53%, pero a esta altura, desde el Colegio Profesional Inmobiliario (CPI), entidad que agrupa a los corredores porteños, informaron la estimación correspondiente al incremento que tendrán los alquileres en mayo. El dato del Observatorio Estadístico del Sector Inmobiliario de la entidad arroja que, al 1 de mayo, el aumento del valor superará el 95 por ciento (95,43%).
La estimación se realizó en base a la evolución del ICL y las previsiones respecto de los datos en los que éste se basa (inflación y remuneración promedio).
Este número demuestra la dura realidad que vive el mercado de alquileres en todo el país a raíz de la crítica situación económica. La ley generó una retirada masiva de propiedades llegando a una oferta prácticamente nula de inmuebles en CABA y la mayoría de las ciudades de todo el país.
“Se reafirma, así, la imperiosa necesidad de que desde el Estado se avance en una modificación de la Ley que subsane los puntos más nocivos de la misma (el plazo de los contratos y el propio ICL), a la vez que se pongan en práctica políticas de corte fiscal e impositivo que tiendan a recuperar el stock de unidades para alquilar. De no avanzarse en este sentido, el mercado (y, por tanto, los miles de familias argentinas que de él dependen para tener un techo) seguirán sufriendo una situación que no hará más que agravarse mes a mes, sobre todo, con la crisis que estamos viviendo”, explicó a Infobae Marta Liotto, presidenta del CPI.
El aumento por el ICL sería récord en mayo. Aunque según consultoras y plataformas especializadas los valores superan el 120% en la mayoría de los casos y en CABA hay monoambientes por los que ya se llegan a pedir $95.000 y dos ambientes por más de $100.000 mensuales.
Liotto, amplió que “la gente termina alquilando lo que puede. Y paga a valores que son muy costosos. Esto debe cambiar pronto porque sino no habrá quien pueda afrontar los números para acceder a una vivienda en locación”.
Al margen de los valores, la problemática es federal porque la falta de viviendas se advierte con notoriedad en todo el territorio. En CABA actualmente se calculan entre 1.800 viviendas en alquiler entre departamentos, casas y PH. Algo sin precedentes.
Y en Córdoba desde que entró en vigencia la polémica ley poco a poco los propietarios fueron quitando unidades que antes las ofrecían en alquiler y ahora están en venta.
Virginia Manzotti, titular de la inmobiliaria homónima y vicepresidenta del Consejo Federal de Colegios Inmobiliarios del País (Cofeci), comentó a que “desde mayo 2021 hasta marzo 2023 la caída de la oferta fue del 32,2%; una reducción que jamás sucedió en el segmento residencial. Esta situación trajo aparejado un desorden entre la oferta y la demanda que ocasiona que hoy no haya departamentos para alquilar y los que hay su valor es muy alto de acuerdo a los ingresos de los inquilinos”.
Más calma
Como otras voces del Gobierno nacional hacen deslizar que la ley no se suspendería (la propia portavoz de presidencia de la Nación, Gabriela Cerutti se pronunció la semana pasada) hay más calma en el segmento y a menos que sea el Congreso nacional que la derogue, suspenda o reformule, por ahora todo sigue igual y los contratos son a 3 años con ajustes interanuales de acuerdo con el ICL.