Tras el anuncio del ministro de Economía, Sergio Massa, sobre la implementación de un nuevo “dólar agro”, que establece un tipo de cambio de $300 para la soja y las economías regionales, desde las cuatro entidades de la mesa de enlace (CRA, Coninagro, SRA y FAA) reiteraron nuevamente su rechazo a la iniciativa, que ya tuvo dos ediciones previas en septiembre y diciembre del año pasado.
En un comunicado conjunto, la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA) señaló que “el tipo de cambio de una economía deber ser único y libre”.
En ese sentido, indicó que estas medidas significan “un nuevo parche en la economía”, con el objetivo “meramente recaudatorio de engrosar a las raquíticas reservas del Banco Central”.
“No sirven medias transitorias que incluyen a algunos y no a todos”, consideraron. “Así, al feroz impacto de las inclemencias climáticas se suma el padecimiento de otra sequía; la sequía de ideas del Gobierno”, cuestionaron las cuatro gremiales.
A su vez, en declaraciones a los medios, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, manifestó: “No fuimos consultados sobre estos anuncios y no participamos de ninguna mesa de trabajo, pero siempre decimos lo mismo: lo sano para nuestra economía es tener un tipo de cambio unificado y perdurable en el tiempo para que le devuelva competitividad al sector”.
No obstante, consideró: “Si este anuncio va en esa línea, será positivo, pero no tenemos los detalles de las producciones que serán incorporadas. Por otro lado, estamos convencidos de que la medida se convierte en efectiva cuando llega a los productores, por eso la implementación y el impacto en el mercado es muy importante”.
En ese sentido, el dirigente opinó: “El dólar soja es una medida recaudatoria y los efectos negativos de esta política ya se vieron el año pasado, unos pocos que venden a un tipo de cambio diferencial y unos muchos que compran más caro. Un claro ejemplo son los tamberos y feedloteros que les encarecen el insumo más importante que es la alimentación de los animales”.
El presidente de Coninagro, Elbio Laucirica, evaluó que “el dólar soja es más de lo mismo”. Al respecto, comentó que “si bien puede beneficiar a algunos, perjudica a muchos otros, cuando nosotros sostenemos que necesitamos medidas integrales, que solucionen problemas del conjunto, en lugar de estos paliativos”.
Antes del anuncio, la Federación Agraria Argentina (FAA), emitió un comunicado donde comparaba al “dólar soja” con “”una perversa saga de terror”.
Tras conocerse los detalles de la medida, el presidente de la gremial, Carlos Achetoni, afirmó: “Pienso lo mismo que venimos diciendo. Más allá de que necesitan divisas, esto tiene un costo y es un contrasentido, porque le están dando una condición especial a un sector en desmedro de los demás y de los productores que están en emergencia”.
El vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Gabriel De Raedemaeker, acotó: “Esta es una medida netamente fiscal, que apunta a incrementar la liquidación de divisas por parte de los exportadores y así incrementar las reservas. No tiene nada que ver con lo que se dice, sobre que busca en realidad darle una ayuda a los productores”.
Además, el dirigente reiteró que se encarecerán los costos para las producciones que dependen de los derivados de la soja, como la ganadería y la lechería.
También alertó que encarecerá los arrendamientos, incluso para los que no producen soja, ya que se toma el valor de ese cultivo como referencia.
“Lo que necesitamos es la unificación del tipo de cambio, reglas claras y previsibilidad. Claramente tenemos que avanzar hacia un escenario de eliminación de los derechos de exportación, y no a este tipo de simulacros tan acotados en el tiempo”, enfatizó.
Ayuda a las economías regionales, pero con condicionamientos
En tanto, la Comisión de Enlace también hizo referencia a la situación crítica que viven las economías regionales, que en esta ocasión fueron incluidas por primera vez al dólar diferencial. Para este sector, el beneficio regirá desde el 8 de abril hasta el 30 de agosto, mientras que para la soja se extenderá desde el 8 de abril hasta el 31 de mayo.
“Las economías regionales vienen castigadas desde hace más de tres años por una brecha cambiaria promedio de 100%, con costos que ajustan por inflación y/o por tipo de cambios alternativos, con lo cual la supervivencia de muchos productores está en riesgo total”, señalaron los ruralistas.
Por eso, manifestaron que “es tiempo de terminar con los parches y generar desde el Estado condiciones macroeconómicas abarcativas”.