Boca Juniors, el campeón vigente de la Copa Argentina, enfrenta desde las 21,10 en el Estadio Martearena, con varios cambios a Agropecuario, de la Primera Nacional, con la misión de lograr una victoria que le permita instalarse en los cuartos de final del certamen federal. El encuentro válido por los octavos de final se disputará con el arbitraje de Nicolás Ramírez (reemplazante del lesionado Ariel Penel, designado en primera instancia). El ganador de la eliminatoria entre los Xeneizes y el Sojero jugará en cuartos de final ante Quilmes o Deportivo Madryn, ambos de la Primera Nacional.
Una multitud de fanáticos recibió ayer al equipo que comanda Hugo Ibarra en la puerta de la concentración de la capital salteña. Y una pregunta recurrente fue acerca de la flamante contratación de Sergio Romero en el arco. Sin embargo, los hinchas dieron su veredicto y pusieron a la figura de Agustín Rossi por encima de Chiquito.
“¡Olé, olé olé olé, Rossi, Rossi!”, cantaron los hinchas, que no dudaron en elegir al arquero de 26 años, que negocia su renovación y que podría quedar libre a partir del próximo año.
Boca se instaló en los octavos de final de la Copa Argentina luego de haber dejado en el camino a Central Córdoba de Rosario y a Ferro Carril Oeste, que al igual que su rival de este miércoles, son equipos del ascenso, los Charrúas de la Primera C y los de Caballito de la Primera Nacional. Agropecuario, por su parte, eliminó primero a un equipo de su misma categoría como Almirante Brown y luego dio un “batacazo” cuando dejó afuera del torneo a Racing Club.
El Xeneize, que se consagró campeón durante el primer semestre de la Copa de la Liga y ese título le permitió además clasificarse para la Copa Libertadores de 2023, es consciente que la Copa Argentina es uno de los objetivos a su alcance en lo que resta del año. En especial, porque en el torneo doméstico tiene demasiados equipos arriba, pese a que está a sólo siete puntos del líder Atlético Tucumán.
Por esa razón el entrenador Hugo Ibarra pondrá en Salta lo mejor disponible y pese a que el domingo en Avellaneda jugará un clásico ante Racing que seguramente incidirá en su futuro. En lo que respecta al equipo, el DT planea realizar seis cambios respecto del once que venció a Platense por 2-1 el sábado pasado en la Bombonera, por la Liga Profesional de Fútbol.
Mientras el capitán Marcos Rojo se recupera de un desgarro y tiene aún 15 días por delante, Boca tendrá en el arco a Javier García en lugar de Agustín Rossi. Además, se producirá el regreso a la titularidad del colombiano Frank Fabra.
En tanto, Martín Payero irá desde el arranque como volante por la izquierda en lugar de Juan Ramírez; mientras que la dupla ofensiva será la del Changuito Exequiel Zeballos y Nicolás Orsini. Por su parte, Darío Benedetto seguramente tendrá algunos minutos en cancha, con la posibilidad de ser titular el domingo ante Racing.
En defensa, el entrenador boquense apostará a la dupla conformada por Nicolás Figal y Facundo Roncaglia, para darle descanso al peruano Carlos Zambrano, de floja actuación en la derrota ante Patronato (3-0) en Paraná y buena tarea en el triunfo ante Platense.
En el medio, Boca necesita que Pol Fernández recupere su buen nivel de tiempo atrás, mientras que Alan Varela está en gran nivel desde que se afianzó como titular. A ellos se sumará Payero, un refuerzo de quien se esperan buenas actuaciones.
El partido dependerá de Boca, que por su categoría será el que tendrá las mayores obligaciones, ante un rival que está ubicado en el casillero 24 de la Primera Nacional (sobre 37 equipos) y que quiere dar otra sorpresa como sucedió ante Racing, al que eliminó de este certamen.
El Sojero lleva cinco encuentros sin conocer la victoria (dos derrotas y tres empates) y 484 minutos sin anotar un gol, y sus principales figuras son el mediocampista defensivo Matías Fritzler (ex Lanús), Néstor Moiraghi (ex Olimpo de Bahía Blanca), el arquero Williams Barlasina y los delanteros Emanuel Dening y Alan Balbi.
La presentación de Boca generó, como cada vez que juega en el interior del país, una enorme expectativa. Por eso los salteños agotaron las entradas disponibles y preparan una gran recepción para el equipo.