La Selección argentina y el capitán Lionel Messi revolucionaron la ciudad de Pekín, en China, donde una multitud colmó el Workers Stadium para presenciar el partido amistoso del conjunto albiceleste con Australia, que fue triunfo por 2 a 0 para los dirigidos por el entrenador Lionel Scaloni.
La llegada del plantel desató el furor en la ciudad desde hace varios días, pero el encuentro llevó la ansiedad de los hinchas a su pico máximo: 70 mil personas asistieron al estadio y se encargaron de dejar en claro la gran expectativa por ver al elenco campeón del mundo y su fanatismo por Messi.
A partir del calentamiento, los simpatizantes chinos, vestidos de celeste y blanco prácticamente en su totalidad, vitorearon a los jugadores y aplaudieron cada acción del astro argentino en la antesala del inicio del duelo con Australia.
Ya en el recibimiento, con el grito de "Argentina, Argentina" que bajaba desde las tribunas, explotó el Workers Stadium para luego darle paso a la ceremonia de los himnos.
Durante el partido, los hinchas corearon constantemente el apellido de Messi, quien rápidamente les regaló un formidable golazo de zurda para abrir el marcador. Además, un joven saltó a la cancha con el objetivo de saludar a la "Pulga", pero fue retirado inmediatamente por personal de seguridad del estadio.
Las camisetas del seleccionado comandado por Scaloni contaron con un detalle particular: el apellido de los futbolistas estaba escrito en chino, lo que alimentó aún más la locura de los hinchas en Pekín.
Una vez consumado el triunfo argentino, los futbolistas se despidieron en el campo de juego y agradecieron el cariño de la gente en China: "Nos sentimos como en casa", aseguró el arquero Emiliano "Dibu" Martínez tras el encuentro.
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