El Superclásico entre River y Boca terminó con escándalo. Luego del gol de Miguel Borja a los 47 minutos del segundo tiempo, todo se descontroló: hubo insultos, empujones y un tumulto que involucró a los integrantes de ambos planteles.
El encuentro ya registraba mucha tensión: solo en el primer tiempo el árbitro Darío Herrera había tenido que mostrar siete amarillas. Pero, luego del agónico gol de penal del colombiano, se desató un escándalo de mayores proporciones.
Todo comenzó cuando Agustín Palavecino le gritó el gol en la cara a “Chiquito” Romero. El arquero de Boca reaccionó, igual que varios de sus compañeros. Pronto se generó un tumulto del que participaron los jugadores que estaban en cancha, pero también los suplentes, integrantes de los cuerpos técnicos y auxiliares.
El partido, que ya estaba en tiempo de descuento, estuvo parado durante 13 minutos. Una vez que se calmaron los ánimos, Herrera, con la ayuda de sus asistentes del VAR, expulsó a seis jugadores y al entrenador de la visita.
Los que vieron la roja fueron Agustín Palavecino, Elías Gómez y Ezequiel Centurión (River) y Nicolás Valentini, Miguel Merentiel, Ezequiel Fernández y Jorge Almirón (Boca).
El partido pudo continuar y River finalmente se llevó la victoria por 1-0. Este resultado le permite reafirmarse como líder de la Liga Profesional: ahora tiene 37 puntos y le saca nueve a su escolta, que es San Lorenzo. Boca, en tanto, quedó con 18 unidades, en el puesto 13°.
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