La derrota legislativa, el control opositor de la agenda, el posible impacto fiscal, la movilización masiva que eludió los protocolos: el Gobierno nacional tiene motivos para inquietarse después de la última sesión en Diputados. Sin embargo, la principal advertencia se la dieron sus habituales aliados, que no ratificaron su apoyo para blindar los vetos a la ley de financiamiento universitario y la emergencia en salud pediátrica. El mensaje es claro: si quiere conservar un tercio del recinto, tiene que volver a negociar.
El reparto de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que Casa Rosada ejecutó esta semana a cuatro provincias no fue suficiente para aplacar el malestar que provocó en las provincias el veto previo, precisamente, a la ley que habían impulsado para generar una distribución automática de fondos a los 24 distritos. La iniciativa para revertir la decisión de Javier Milei será tratada este mismo jueves en el Senado, en donde la expectativa oficialista es tener otra derrota. Fueron sus votos los que terminaron por destrabar las votaciones, que finalizaron con 181 votos a favor y 60 en contra en el caso de la emergencia en salud pediátrica; y 175 a favor y 67 en contra para los fondos universitarios.