El Senado sesionará en los próximos días, sea la semana a punto de iniciarse o la siguiente, es un asunto casi confirmado y el mismo tendrá, como punto de partida, la insistencia de la ley que vetó el Ejecutivo sobre la emergencia en discapacidad -ya avanzó en Diputados-, y la modificación de la norma vigente que regula los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), una herramienta trascendental sobre la que el Gobierno -como todos los últimos- hizo uso y abuso. A pesar de esto, será clave una inminente reunión de Labor Parlamentaria -en principio, el martes-, donde algunos bloques ya observan la oleada opositora y sugieren no olvidar temas que esperan desde hace meses en la Cámara alta, algo que podría complejizar el aterrizaje al recinto.
Tampoco podemos pretender que el kirchnerismo y un puñado de radicales ahora enojados quieran manejarnos la agenda. Tenemos que meter lo que va saliendo también de acá. Si no, ¿para qué vamos a las comisiones a dictaminar?”, comentó un senador a la prensa. Desde otra bancada sentenciaron: “En Diputados tan mal no se manejaron, ya que el quorum fue obtenido gracias a guiños para acelerar otras cuestiones. ¿Por qué no hacerlo acá?”.
Lo cierto es que las sugerencias para sumar iniciativas están direccionadas a un viejo pedido para sesionar de la radical -pero que tributa en Provincias Unidas- Edith Terenzi (Chubut) y del peronista disidente Juan Carlos Romero (Salta). El enojo principal contra la senadora es que “se cortó sola” con la jugada e incorporó una bandeja amplia de proyectos con despacho que, según las gafas con las que se la mire, tiene objeciones.