En medio de negociaciones de último momento para evitar la aplicación de aranceles masivos, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que Japón y Corea del Sur tendrán tasas adicionales de 25%. Poco después, adelantó gravámenes de hasta 40% para otros 10 países.
En dos misivas prácticament idénticas, Trump dijo que estos nuevos aranceles entrarán en vigencia el 1° de agosto próximo. Según argumentó, la medida contra Tokio y Seúl fue dispuesta porque las relaciones comerciales se encuentran “desafortunadamente lejos de ser recíprocas”.
Poco después, Trump advirtió a Sudáfrica, Malasia y otros diez países que a partir del 1 de agosto las importaciones desde esos países afrontarán en EE.UU. aranceles que oscilan entre el 25 y el 40 %.
En misivas individuales enviadas a los respectivos mandatarios y difundidas en su red, Truth Social, precisó que los gravámenes para Laos y Birmania se sitúan en el 40 %, en el 30 % los de Sudáfrica y Bosnia y Herzegovina, en el 36 % los de Camboya y Tailandia y en el 35 % los de Serbia y Bangladesh. Los de Indonesia se quedarían en el 32 % y en el 25 % los de Malasia, Kazajistán y Túnez.
El mandatario republicano había adelantado que enviaría un primer lote de cartas a 15 socios comerciales, en las que recordaría la necesidad de sellar un pacto para evitar esos gravámenes.
