Con la ola de frío extremo, el consumo de electricidad y gas natural volvió a poner en tensión al sistema energético. Las gélidas temperaturas dispararon la demanda de energía de los usuarios residenciales. Así, el consumo eléctrico marcó un nuevo récord a nivel país.
En ese contexto, el Gobierno y las empresas del sector comenzaron a aplicar medidas para evitar faltantes de gas natural para usuarios prioritarios. También a extremar el monitoreo de la electricidad, donde la salida de la central nuclear Atucha II, al menos hasta el 6 de julio, obligó a reforzar la importación desde Brasil, Paraguay y Uruguay para minimizar los cortes de luz masivos.
Así, con gran parte del país bajo el frío extremo, hubo cortes de suministro en las estaciones de servicio de GNC y algunas industrias en distintas zonas del país.
