Christian Horner se despidió del equipo que lideró durante casi dos décadas con un discurso que emocionó al personal de Red Bull Racing. Su salida, tras una denuncia por comportamiento inapropiado, coincidió con un momento crítico para la escudería. El expiloto dejó en claro que su paso por la Fórmula 1 fue más que números: fue un viaje compartido.
“Logramos elogios que nunca soñamos posibles. Cada uno de los que forman parte de este proyecto han contribuido a algo verdaderamente singular”, afirmó Horner en su último acto como director, ante una ovación sostenida en la sede de Milton Keynes. Su agradecimiento incluyó a todas las áreas del equipo, desde ingenieros hasta administrativos, y también a los rivales: “Doy las gracias, incluso, a nuestros rivales por llevarnos a superarnos cada día más”.
