Miles de niños se conectan a Internet todos los días en Argentina para jugar, ver videos, buscar información para hacer la tarea y comunicarse con sus amigos. Muchos de ellos, además, ingresan a redes sociales.
Aunque la mayoría de las familias conocen las plataformas que usan los menores, como Facebook o TikTok, es importante que también puedan entender las medidas de seguridad que deben tomar para mantener a los chicos protegidos y fuera de todo riesgo online.
Las redes sociales, además de ser un centro de conversación, contenidos y experiencias divertidas para los niños, también dan lugar a situaciones en las que, si no se está prevenido, pueden dejar a los chicos expuestos a peligros como el grooming, o imágenes y videos no apropiadas, por ejemplo.
Generalmente, este tipo de plataformas tienen una edad mínima para ingresar. Pero los adolescentes y los niños son lo suficientemente inteligentes como para eludir este tipo de restricciones, por lo que el primer paso es tener en cuenta esto y hablar con los chicos y explicarles que ese límite tiene el objetivo de protegerlos.
Luego, hay una serie de recomendaciones que conviene poner en práctica para que los chicos puedan usar las redes sociales de manera segura.
Consejos para evitar que los menores estén en riesgos en las redes sociales
Hablar de las redes sociales
Implica conversar sobre lo que se comparte en las redes y los riesgos de interactuar con extraños en Internet. En cuanto a lo primero, se aconseja evitar la publicación de información sensible y privada, como la dirección, la escuela, fotos de la casa y de la familia, etc.
Segundo, es importante advertir a los chicos sobre quién puede estar del otro lado. Incluso si creen que conocen a la persona con la que hablan y confían en ella.
Hablar de contraseñas
Debatir con los chicos sobre contraseñas seguras es fundamental para la seguridad de ellos y sus datos privados. Y hay que dejar en claro que nunca las compartan con nadie.
Hablar de las experiencias online
Es recomendable charlar con los chicos acerca de lo que hicieron en las redes sociales. Esto se puede hacer como un juego en el que adultos y menores comparten lo que descubrieron, lo que aprendieron o con quiénes chatearon durante el día.
Es fundamental mantener la conversación abierta: los chicos tienen que saber que pueden pedir ayuda ante cualquier problema que puedan tener online.