La inteligencia artificial no va a parar de crecer y el jefe científico de IA de Meta, Yann LeCun, proyecta un futuro en el que los modelos actuales quedarán obsoletos y esta tecnología obtendrá una característica única de los seres humanos: el sentido común.
Durante su participación en el Foro Económico Mundial en Davos, LeCun aseguró que estamos a las puertas de una transformación radical en la arquitectura de la IA, un cambio que marcará el fin de la era de los modelos generativos y abrirá la puerta a sistemas con capacidades de razonamiento, memoria persistente y comprensión del mundo físico.
Este nuevo paradigma, que podría materializarse en los próximos cinco años, llevaría a la inteligencia artificial más allá del simple reconocimiento de patrones para dotarla de una verdadera capacidad de pensamiento, acercándola a lo que denominamos sentido común.
Cuáles son las limitaciones de la IA actual y sus futuros cambios
LeCun fue tajante al señalar que los modelos actuales de IA, en particular los grandes modelos de lenguaje (LLMs, por sus siglas en inglés), tienen una vida útil limitada. “Creo que la vigencia del paradigma actual es bastante corta, probablemente de tres a cinco años”, afirmó. En su opinión, en un futuro cercano, “nadie en su sano juicio los usará más, al menos no como el componente central de un sistema de IA”.
El principal problema de los LLM es que, aunque son capaces de generar respuestas coherentes y realizar tareas lingüísticas avanzadas, carecen de habilidades fundamentales para el pensamiento real. Según LeCun, las deficiencias de estos modelos pueden resumirse en cuatro puntos clave:
Falta de comprensión del mundo físico: los modelos actuales operan basándose en correlaciones estadísticas sin una verdadera percepción de la realidad.
Memoria limitada y no persistente: los LLM no pueden recordar de manera continua, lo que impide que construyan conocimiento de largo plazo.
Carencia de razonamiento: aunque pueden producir respuestas que parecen lógicas, no poseen la capacidad de inferir ni de pensar como lo haría un ser humano.
Incapacidad para planificar tareas complejas: estos modelos no pueden ejecutar estrategias sofisticadas que impliquen múltiples pasos o interacciones a largo plazo.
Cuál es la solución frente a estas limitaciones de la IA
La solución que LeCun vislumbra para superar estos obstáculos es lo que ha denominado “modelos del mundo”. En lugar de depender exclusivamente del reconocimiento de patrones, estos sistemas estarían diseñados para construir una representación interna del entorno, permitiéndoles entender la dinámica del mundo real.
LeCun propone “modelos del mundo” para dotar a la IA de representaciones internas del entorno. (Imagen Ilustrativa Infobae)
“Los LLM son buenos manipulando lenguaje, pero no pensando”, explicó LeCun. “Lo que estamos desarrollando es la capacidad de que los sistemas construyan modelos mentales del mundo. Si nuestro plan funciona dentro del plazo que esperamos, en tres a cinco años tendremos sistemas con un paradigma completamente distinto. Es posible que tengan cierto nivel de sentido común y que sean capaces de aprender cómo funciona el mundo observándolo e interactuando con él”.
Este enfoque implicaría una inteligencia artificial responda preguntas o genere texto y pueda razonar sobre su entorno, tomar decisiones informadas y recordar experiencias pasadas para mejorar su desempeño. En esencia, un sistema que piense de manera más parecida a un ser humano.
La robótica inteligente será la próxima revolución tecnológica
En paralelo con la evolución de la IA, LeCun pronostica que los próximos años podrían marcar el inicio de la “década de la robótica”. Según su visión, los avances en inteligencia artificial y robótica confluirán para crear sistemas que comprendan el mundo físico de manera mucho más sofisticada.
La convergencia de IA y
La convergencia de IA y robótica marcará el inicio de la “década de la robótica”. (Imagen Ilustrativa Infobae)
“Hoy no tenemos robots que puedan hacer lo que un gato puede hacer. La comprensión del mundo físico de un gato es muy superior a todo lo que podemos lograr con la IA”, sostuvo el científico. En este sentido, los próximos desarrollos podrían llevar a máquinas capaces de percibir su entorno, recordar experiencias y aprender de manera autónoma, acercándose al nivel de adaptabilidad de los seres vivos.
Empresas como Meta y OpenAI ya han comenzado a invertir en esta dirección. OpenAI, por ejemplo, recientemente lanzó un equipo de robótica que trabaja en sistemas de inteligencia artificial “generalistas, adaptativos y versátiles”. Su objetivo es desarrollar robots con inteligencia comparable a la humana para aplicarlos en entornos del mundo real.