Si hay algo que le guste hacer a los usuarios actualmente es personalizar su celular, para eso compran estuches de sus colores favoritos o con personajes de series que les gusten, y lo mismo hacen con la composición interna del teléfono modificando el diseño de los iconos y las aplicaciones. Pero en el caso de WhatsApp no se puede hacer de forma nativa y las opciones que hay en internet no son seguras.
La recomendación que se suele encontrar en la web para tener la aplicación con un diseño personalizado cambiándole el estilo del menú, la letra y el color, es descargar e instalar en el celular WhatsApp Plus, GBWhatsApp, YOWhatsApp, FMWhatsApp, WhatsApp Aero, Soula WhatsApp, MBWhatsApp, WhatsApp+ JiMODs o HeyWhatsApp.
Todas estas son versiones no oficiales de la plataforma de Meta, que copian su diseño y funcionamiento, pero son un riesgo de seguridad para los usuarios por varios motivos.
Los riesgos de no usar WhatsApp oficial
Este tipo de aplicaciones se pueden conseguir en Google Play Store y App Store, lo que podría indicar que son seguras. Pero que estén presentes en una de esas tiendas no significa que todo vaya a estar bien en el futuro.
WhatsApp es una aplicación diseñada por una empresa que se encarga de realizar las actualizaciones y corregir los problemas que se puedan presentar. Pero de las versiones copia no se sabe exactamente a quién pertenecen, por ende, no está claro cómo trabajan sus desarrolladores y cómo hacen el tratamiento de los datos.
La plataforma de mensajería es para muchos usuarios un centro de operaciones en su vida diaria y allí tienen conversaciones privadas donde hay información sensible, porque muchas veces por ahí enviamos direcciones, claves de cuentas bancarias, fotos íntimas, fotos de documentos o archivos que son del trabajo.
Por ese motivo Meta se encarga de garantizar la protección de esos datos con el cifrado de extremo a extremo que permite que todo lo que se hable y envíe en una conversación se quede alojado allí y nadie más, ni siquiera la misma empresa, tenga acceso a esa información que queda ‘atrapada’ en los dispositivos de los usuarios involucrados en el chat personal o grupal.
Pero en las aplicaciones copia no se garantiza que se esté usando el cifrado, que es la principal herramienta de privacidad actualmente. Eso quiere decir que la información que está en los chats la puede ver cualquiera o ser manejada por el desarrollador de la app.
Otro punto importante es que cualquier aplicación pide una serie de permisos para funcionar, como acceder a la cámara, a la lista de contactos y de llamadas. Sin embargo, al conceder esos permisos a una plataforma de origen desconocido, el riesgo se hace más grande, porque no solamente pueden ver nuestros chats, sino también controlar los mensajes de texto, la cámara o las funciones a las que se haya permitido.
Cómo cambiar el fondo de pantalla de WhatsApp
La aplicación de Meta tiene dos ‘colores’, que son el modo claro y el oscuro. El primero muestra el diseño tradicional con el fondo blanco y los menús verdes, mientras que el segundo pone todo en un tono más negro y algunos detalles verdes.
Esta opción es usada por algunos para proteger sus ojos, por comodidad o por gusto. Para modificar este apartado se debe ir a los tres puntos de la esquina superior derecha, luego a Ajustes > Chats > Tema y allí escoger una de las dos opciones.
Pero en caso de querer tener una foto que adorne un chat o todos, es posible configurar el diseño directamente desde WhatsApp. Para eso nos dirigimos a una conversación, pulsamos los tres puntos de la parte superior derecha y después escogemos el fondo de pantalla, ya sea una imagen propia o una prediseñada, para esa conversación o lo ajustamos para todas.