Mañana será la última apertura de sesiones legislativas de los mandatos de Alberto Fernández, Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof, pero esa no será la única coincidencia entre los dirigentes. Además, los tres aprovecharán la ocasión para enfocar sus discursos en la gestión y apuntalar así sus precandidaturas.
El Presidente y el gobernador, que quieren ir por la reelección, destacarán los logros de sus mandatos y no ahorrarán críticas a la oposición y a la herencia recibida. Por su parte, el jefe de Gobierno porteño, que busca dar el salto a la Casa Rosada, se apalancará en los 16 años del PRO al frente de la Ciudad de Buenos Aires y apuntará contra la inflación y la política económica del gobierno nacional, con un discurso que intentará ser más moderado.
En primer lugar, se prevé que el mandatario bonaerense haga referencia a lo que el kirchnerismo denuncia como la “proscripción de Cristina Kirchner” y a lo que considera una “persecución judicial” sobre la Vicepresidenta. No está definido si el Presidente también hablará sobre el tema, pero sí se espera que haga una férrea defensa del pedido de juicio político a los miembros de la Corte Suprema de Justicia.
La pelea por el sillón de Rivadavia
Tanto Alberto Fernández como Rodríguez Larreta enfocarán sus discursos de apertura de sesiones legislativas con la mira puesta en la Casa Rosada. Se cree que el Presidente hará un repaso sobre los que considera logros de su gestión y esquivará temas conflictivos, como la inflación, escudado en motivos externos, como la guerra en Ucrania.
Pese a las presiones del ala dura kirchnerista para que baje su candidatura, el mandatario insiste en ir por su reelección y, ante el Congreso, intentará destacar números positivos en algunas variables que lograron recuperarse, como el empleo, y en hacer eje en el camino que queda por recorrer. Y, ante el vacío que le tiene preparado La Cámpora, apoyarse en los gobernadores que lo acompañaron en el pedido de juicio a la Corte. También aprovecharía para cuestionar la parálisis del Congreso.
El jefe de gobierno porteño, en cambio, viene centrando sus críticas justamente en los temas que el Presidente busca evitar, como la inflación y, con la mirada puesta en el sillón de Rivadavia, hace malabares para sostener el reclamo por los recursos coparticipables recortados a la CABA sin apuntar contra las provincias. De hecho, el argumento de Juntos por el Cambio es que el Gobierno puede cumplir el fallo de la Corte sin afectar los fondos de otros distritos.
El de este miércoles será para Rodríguez Larreta el último discurso ante la Legislatura porteña y, tras 16 años ininterrumpidos del PRO al frente de la Ciudad, se apuntalará en datos positivos de todo el período y no solamente en los que corresponden a su gestión.
El jefe de Gobierno porteño necesita no solamente hablarle a su electorado y al que busca sumar, sino también dar un mensaje hacia adentro de la interna de Juntos por el Cambio.
Axel Kicillof, gestión, grieta y proscripción
Fiel a su estilo, se espera que el gobernador bonaerense vaya de frente contra la oposición y critique duramente la gestión de la exgobernadora, María Eugenia Vidal. En una especie de juego de espejos, Kicillof contrapone de manera permanente datos de una y otra administración, y toma distancia.
Pero esta vez, se suma otro eje sobre el que se enfoca el cristinismo, la decisión de la Vicepresidenta de no presentarse en ninguna lista para las elecciones de este año, bajo la denuncia de proscripción. Es para La Cámpora el tema de mayor preocupación.
El mandatario bonaerense busca evitar confrontar con la administración de Alberto Fernández y son sus funcionarios de mayor confianza, como Andrés “el cuervo” Larroque, los voceros de los dardos que apuntan al Presidente. En sus palabras, las críticas se centran en la Justicia, en la coparticipación y en la herencia.